El 26 de junio tendrá lugar la inauguración de las obras de ampliacióndel Canal de Panamá, casi siete años después de que la española Sacyr, la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa se hicieran con el contrato por 3.200 millones de dólares.
Se calcula que el coste final de la obra, para la que han tenido que hacer frente a movimientos sísmicos, fallas activas, lluvia y otros muchos desafíos, ascenderá a 5.000 millones de euros.
Las actuaciones, de gran complejidad técnica, logística y administrativa, permitirán duplicar la capacidad del canal gracias a un nuevo juego de esclusas, pasando de 330 a 600 millones de toneladasal año. Asimismo, podrá acoger a buques Neopanamax, de 366 metros de eslora.
Entre las novedades, destaca también un nuevo sistema de tinas, que son capaces de volver a utilizar hasta el 60% del agua que se usa en una maniobra. El tiempo de llenado y vaciado es de 17 minutos, con un ahorro del 7% en el consumo de agua.
Además, cerca de 152 válvulas fabricadas por Hyundai en Corea del Sur gestionan la entrada de agua. Cuentan con un sistema, en el que ha participado la española Indra, que gestiona la operación de las compuertas.
En este caso, se han construido ocho, todas ellas en Italia. Las más grandes, con 33 metros de alto, 55 metros de largo y 4.300 tn, están situadas en el lado del Pacífico debido a su mayor riesgo sísmico y las fuertes mareas.
En total, para llevar a cabo las obras de la ampliación, se han utilizado 4,5 millones de m³ de hormigón y 220.000 tn de acero. Cabe destacar que el canal, que aporta el 6 % del PIB anual del país, ha logrado 2.610 millones de facturación en el último ejercicio y ha registrado más de 12.300 tránsitos.
Atendiendo a la cantidad de carga transportada, Estados Unidos es el principal usuario del canal, seguido de China, Chile y Japón. España figura en el puesto 13. Por esta infraestructrura pasa cerca del 5 % del comercio mundial.