La naviera sueca Stena Line continúa probando diferentes tipos de propulsión para embarcaciones medioambientalmente sostenibles. Recientemente, ha firmado un contrato para el suministro de baterías que serán instaladas en el buque Jutlandica, que opera entre el puerto sueco de Gotemburgo y el de Frederikshavn, en Dinamarca.
Antes del verano de 2018, el uso de baterías en sus operaciones portuarias será ya una realidad y marcará un antes y un después en su estrategia de sostenibilidad. El objetivo es llegar a recorrer 50 millas con este sistema, que será cada vez más utilizado a medida que el precio y el tamaño de las baterías disminuya.
El proyecto se desarrollará en diferentes fases. La primera, que ha recibido apoyo y financiación de la Administración Sueca y la Unión Europea, estará centrada en el uso de las baterías para los propulsores de proa y las maniobras de atraque, mientras que en la segunda se utilizarán también para la propulsión.
Esto supondrá que la embarcación podrá ser operada con electricidad durante 10 millas, el equivalente a la distancia entre Gotemburgo y Vinga Lighthouse, en Suecia. En la tercera etapa, la capacidad de las baterías se ampliará, pudiendo recorrer el buque unas 50 millas náuticas, lo que le permitirá llegar al puerto de Frederikshavn.
El hecho de que la transformación se realice en varios pasos se debe a la necesidad de realizar pruebas y mejorar los conocimientos sobre las operaciones eléctricas. Si la iniciativa resulta exitosa, la naviera se planteará instalar baterías en otros buques de su flota, con 38 en total.
Las baterías probadas utilizan una tecnología híbrida y se cargan cuando el buque es conectado a la fuente energética en tierra, aunque también es posible hacerlo mientras opera.