La inestabilidad política se extiende como un reguero de pólvora, de tal modo que ya alcanza hasta al burocratizado y proceloso mundo de la Unión Europea, habitualmente inmune a estas sacudidas por las rigideces que imperan en su funcionamiento.
En este sentido, la crisis de gobierno que se ha desatado en Rumanía ha hecho que casi dos meses después de que Rovana Plumb no consiguiera pasar el examen del Parlamento Europeo, la Comisión Europea que ha de conformar la alemana Ursula von der Leyen siga sin comisario de Transporte.
De hecho, la primera ministra saliente de Rumanía, la socialdemócarta Viorica Dancila, ha propuesto, informa Fenadismer, como nuevo candidato a su ex ministro de Asuntos Europeos, Victor Negrescu, pese a que debe abandonar en próximas días su cargo.
Sin embargo, el presidente rumano, el conservador Klaus Iohannis, ha solicitado a la Comisión que se paralice dicha propuesta hasta que sea ratificado por el Parlamento rumano el nombramiento del nuevo primer Ministro rumano, el liberal Ludovic Orba, al que, según parece, le corresponde nombrar al futuro candidato a comisario.
Así las cosas, también existe la posibilidad de que otro país de la Unión nombre al próximo comisario de Transportes pudiera recaer finalmente en otro Estado Miembro, adjudicando en consecuencia a Rumanía otra cartera de menor relevancia.