La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha sostenido este pasado martes que el puerto de Barcelona es el primero que se beneficiaría del Fondo de Accesibilidad Terrestre Portuaria que quiere impulsar el Gobierno mediante un decreto ley y que supone que los puertos con beneficios destinen el 50% de su resultado neto a financiar obras de conectividad de otros enclaves portuarios.
Pastor, que ha recibido junto al consejero de Infraestructura, Santi Vila, la medalla Ildefons Cerdà que otorga el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Cataluña, ha explicado que el puerto de Barcelona sería el principal beneficiado del fondo porque la autoridad portuaria barcelonesa "tiene muy avanzados los proyectos de infraestructuras" de acceso.
Según ella, se está estudiando que "de los más de 1.000 millones de euros que los puertos españoles tienen en los bancos, se pueda hacer un préstamo conjunto para mejorar los accesos de los puertos".
La ministra ha incidido en que en ningún caso se trata de "dar dinero, sino que es un préstamo entre los propios puertos" que se devolverá con un interés de mercado e incluso con mejores condiciones de las que puedan tener actualmente.
"Se trata de que todos planifiquemos de forma conjunta las mejoras de los accesos ferroportuarios", ha defendido, si bien este razonamiento choca frontalmente con el planteamiento que hace el puerto de Barcelona y el consejero Vila.
Vila, que se reunió la semana pasada con Pastor para abordar el fondo, ha declarado que el detalle de la propuesta se continúa negociando, pero "todo lo que comprometa a la autonomía de gestión y financiera del puerto de Barcelona contará con la oposición" del gobierno catalán "y para esto no hay margen de discusión".
"El puerto de Barcelona es un contribuyente neto al sistema portuario español", ha destacado, ya que, de aprobarse la creación del fondo, el enclave catalán sostendría el 30% del conjunto del sistema a través de este fondo, aportando 37,3 millones de euros al registrar en 2013 unas ganancias de 74,6 millones.
Autonomía de gestión
Ha señalado que "no es un problema de balanza fiscal deficitaria, sino que torpedea la viabilidad y la competitividad del puerto", y ha añadido que su oposición a este mecanismo no es una cuestión identitaria, sino de modelo gestión y de autonomía que no se puede lesionar, porque ello implicaría volver a la recesión económica, según ha afirmado.
Esta misma semana se han celebrado reuniones entre representantes de segundo y tercer nivel de la administración catalana y Fomento que "no han ido bien" porque se parte de modelos diametralmente opuestos: una concepción unitaria del Estado frente a la autonomía financiera y de gestión que defiende la Generalitat para que los puertos compitan entre ellos y capten operadores mundiales.
Al preguntársele si Cataluña ha propuesto a Fomento rebajar el porcentaje del 50% que deberían aportar los puertos con beneficios, ha respondido que no se ha abordado esta cuestión porque eso significaría aceptar este mecanismo.