La producción del primer Transporter de Volkswagen empezó hace 65 años, primero en Wolfsburg y a partir de 1956 en Hannover. Esta fecha marca también el principio de una historia de amor automovilística única, ya que actualmente toda la gama de este modelo ha adquirido el estatus de culto. Todo empieza en 1947 con un boceto a lápiz: el importador de vehículos holandés Ben Pon ve un vehículo de plataforma plana en la planta de Volkswagen y, tomándolo como idea básica, procede a esbozar los contornos de un Transporter con ADN de Beetle en la página de una libreta. Dos años más tarde, Heinrich Nordhoff, director de planta de Volkswagen, presenta cuatro prototipos: dos furgonetas, un combi y un bus pequeño. Uno de ellos es para la productora de perfumes 4711 de Colonia. Nordhoff promete que el Transporter será tan contundente y robusto como el Beetle: "Estos vehículos no serán tratados con cuidado, sino de forma muy exigente para el trabajo diario". Los diseñadores usan el motor y los ejes del Beetle. En vez de un bastidor tubular central, el bus recibe una carrocería de una sola pieza que se monta en un bastidor tipo escalera. El motor tiene una cilindrada de 1.131 cc y produce 24,5 CV a 3.300 rpm. El vehículo puede transportar hasta ocho personas, y las dos filas traseras de asientos se pueden extraer con pocos movimientos para liberar una capacidad de cerca de 750 kg de carga útil. Alfred Haesner, director de Desarrollo Técnico de Volkswagen GmbH de 1948 a 1952, alababa estas cualidades: "Gracias a ello, este tipo de vehículo de reparto comercial se puede usar para cualquier rama de negocio, para entregas urgentes y transporte de mercancías, así como en forma de bus pequeño, vehículo de correos, ambulancia, unidad móvil u otros fines especiales". Inicio de producción La producción empieza el 8 de marzo en la nave 1 de la planta de Volkswagen en Wolfsburg, donde se fabrican diez vehículos al día. A finales de los años 50, ya se han fabricado 8.001 unidades del Transporter. La demanda es enorme, debido especialmente a que el precio a partir de 5.850 marcos alemanes es asequible para los comerciantes y negocios minoristas. Este vehículo único también se convierte rápidamente en un éxito de exportaciones. Los buses de Volkswagen pueden transportar cualquier cosa: escombros de obras, un mortero y piedras para la construcción, panecillos de desayuno, cera de abeja, cigarros y periódicos; todo lo que sea necesario. En una exhibición automovilística de Berlín en 1951, ya aparece un bus Volkswagen con una caja para acampar. De repente, la furgoneta con motor trasero entraña la promesa de una forma completamente nueva de viajar. Por primera vez, llega hasta los Alpes, y más tarde es conducida hasta la India cuando los hippies descubren el Bulli.