El Grupo Rolls-Royce, que está a punto de iniciar una nueva reestructuración para reducir sus costes, podría estar considerando vender su división marítima. Con unos ingresos de 14.000 millones de libras (16.084 millones de euros) en 2016, su intención es adaptarse a las necesidades actuales de sus clientes y simplificar su negocio, que actualmente se divide en cinco áreas.
Se trata de la aviación civil, la defensa aeroespacial, los motores, el sector nuclear y el marítimo. La nueva configuraciónsupondría eliminar las dos últimas, aunque el área de defensa pasaría a incluir todo lo relacionado con la marina naval y los submarinos nucleares.
Si bien es cierto que la división marítima ha registrado una caída de 27 millones de libras (31 millones de euros) en sus ingresos de 2016, ha sabido recomponerse con una reducción de costes.
No obstante, la prioridad absoluta del grupo es devolver la estabilidad a la empresa, lanzar nuevos productos, redoblar esfuerzos en la producción de motores y mejorar su gestión. La decisión supondría un avance en esta dirección, ya que solamente la noticia de que podría venderse la división marítima ha motivado un destacado incremento en el valor de sus acciones del 7,2%.
Además, la reestructuración que prevé llevar a cabo le permitiría reforzar sus capacidades de innovación en las últimas tecnologías y aprovechar las oportunidades futuras en el ámbito de la electrificación y la digitalización.