Noviembre ha sido un mes de idas y venidas para el transporte de mercancías por carretera español. Un mes que ha traído posiciones que han variado especialmente en lo que se refiere al Brexit y a los desvíos de camiones a las autopistas de peajes.
De igual modo, noviembre también ha sido el mes en el que las asociaciones profesionales de transportistas parecen haberse puesto de acuerdo en las reclamaciones que quieren que sean atendidas por la Administración, antes de decidir si paran con la inminente llegada de 2019.
Buenos datos macro del sector
En el mes de noviembre, se ha constatado un descenso de 1.700 empresas de transporte de mercancías por carretera menos que hace un año, así como un leve incremento del paro, mientras que la contratación se ha disparado.
Esta última tendencia se ha detectado especialmente en el caso de los conductores profesionales, que ha recibido un fuerte empujón. Al mismo tiempo, el paro de este colectivo ha tendido a estabilizarse en el último mes.
Como parte de esta coyuntura favorable, los datos de la última Encuesta Permanente reflejan que los precios del transporte en el tercer trimestre han ascendido casi un 4% anual y el volumen de mercancías transportadas también se ha incrementado un 6% en el tercer trimestre de 2018. De igual modo, en toda Europa también se ha producido una cierta recuperación en septiembre.
Estos incrementos de precios tienen cierto reflejo también en la cifra de negocio del sector del transporte que ha crecido un 1% en septiembre, a tenor de los registros del Instituto Nacional de Estadística.
Sin embargo, pese a las buenas cifras macro, el sector tiene algunos frentes abiertos que acechan en su futuro inmediato. Quizás el más perentorio es el que tiene que ver con los desvíos de camiones a las autopistas de peaje, cuyo tráfico pesado sigue, consecuentemente, creciendo, como lo indica al incremento de casi un 12% en julio y un 8% en agosto.
¿Más desvíos?
Este mismo mes, el Gobierno ha aprobado un polémico Real Decreto-Leyque le otorga la capacidad para establecer nuevos desvíos obligatorios de camiones y cobrar peajes en las autopistas que reviertan al Estado. Al mismo tiempo, la Diputación de Guipúzcoa ha modificado la norma foral para mantener los peajes a camiones en la N-I y la A-15 de una manera que los transportistas de esta demarcación vasca califican de “chapucera e ilegal”.
Todas estas iniciativas han generado un clamor de todo el sector, que en lo que respecta al pago de las infraestructuras siente que tiene todas las de perder, a la vista de que Fomento valora un día extender el pago por uso a todas las autovías, mientras que al siguiente afirma que no tiene previsto instaurar un sistema de pago por circular por las autovías españolas y el posterior obtiene la aprobación defitiva para establecer nuevos desvíos de camiones.
Así las cosas, no es de extrañar que el sector se sienta ninguneado y se plantee la posibilidad de parar en enero.
Por otra parte, los desvíos de camiones a las autopistas de peaje también tiene un factor añadido, el de la propia seguridad de los conductores, la carga y los equipos, un terreno en el que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han desarticulado una banda que robaba camiones para vender su carga y una banda de loneros que actuaba en la A-2 y AP-2.
Revisión de convenios y Acuerdo Marco
A esta coyuntura se unen las reivindicaciones salariales de un personal que ha visto cómo en los tres últimos años ha retrocedido su salario medio bruto mensual. A nivel europeo, los trabajadores del sector demandan condiciones laborales más estrictas, mientras que en España, tras la denuncia del Acuerdo General por los sindicatos, estos quieren nuevas condiciones que limiten la subcontratación y la competencia desleal, justo cuando la subida del salario mínimo fijada por el Gobierno obligará a revisar algunos convenios del sector del transporte.
En el ámbito del transporte internacional, las dificultades que se han vivido a lo largo del mes (y que siguen existiendo) para llegar a un acuerdo que facilite la salida del Reino Unido de la Unión Europea centran la atención de los transportistas que viajan al extranjero, ya que este país es un mercado estratégico para el transporte español que ahora vive pendiente ahora de la decisión del Parlamento británico, mientras que Bruselas recomienda a todos los Estados miembro de la UE que se preparen para un posible Brexit duro.
De igual modo, en noviembre, la protesta de los 'chalecos amarillos' en Francia ha puesto en jaque al transporte europeo en una situación en la que, como en ocasiones anteriores, el transporte español ha vuelto a pagar el pato, mientras que tanto los transportistas como los chóferes galos han evitado unirse a la protesta de los ‘chalecos amarillos’.
En otro orden de cosas, en noviembre se ha conocido la fecha del primer juicio por el cártel de camiones en España, mientras que la llegada del Paquete de Movilidad parece alejarse hasta 2020. Al mismo tiempo, se prorrogará un año más el límite anual de facturación del sistema de módulos y Fomento ha anunciado, como parte del Plan de Inspección para 2019, que el año que viene inspeccionará del orden de 450.000 tacógrafos.