Tras su publicación oficial y su entrada en vigor definitiva, el Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres ha empezado a dajer entrever sus primeros efectos sobre el mercado de transporte.
Algunos de ellos han sido los esperados, mietntras que otros se han mostrado como nuevos efectos sobre un sector que en muchas ocasiones, como expresan los transportistas vascos, se siente asfixiado.
Es el caso, por ejemplo, de muchas tarjetas de transporte, que han sido suspendidas temporalmente y han sido eliminadas de forma automática.
Por otra parte, el ROTT no cuenta el descanso semanalen cabina como tiempo de descanso y, en este mismo sentido, los agentes de tráfico han empezado a controlar el descanso en cabina y a sancionarlo de forma retroactiva, bajo la premisa de que el ROTT no cuenta el descanso semanal en cabina como tiempo de descanso.
Además, la nueva norma obliga a unificar los servicios de notificación electrónica en el sector del transporte, mientras que, en idéntico sentido, Fomento buscará coordinar con las comunidades autónomasla aplicación de la reforma del ROTT.
Paquete de Movilidad y 'Brexit'
Aparte del ROTT, otros temas también han centrado la actualidad en el sector del transporte de mercancías por carretera en el mes de marzo. Dos de ellas destacan, como son los casos del Paquete de Movilidad y del 'Brexit'.
En el primero de ellos, el Parlamento Europeo ha traído y llevado este asunto durante todo el mes para, ya en la primera semana de abril conseguir aprobar una posición común que llevar a las negociaciones con el Consejo Europeo de Ministros.
Por lo que toca al 'Brexit', un mes ha seguido una incertidumbre sorda que mantiene todo este proceso en vilo, algo que sufren especialmente algunos sectores como la automoción, aunque lentamente van poniéndose cerco a la situación en que quedará el transporte entre la UE y el Reino Unido, una vez se produzca la salida definitiva de este país de la Unión Europea, aunque, a juicio del transporte internacional, de manera ineficaz.
Cártel de camiones
De igual modo, durante el pasado marzo también se han producido nuevas sentencias en relación con el cártel de camiones, como ha sido el caso de Llácer y Navarro, aunque ante los más que previsibles recursos, todos estos procesos judiciales podrían prolongarse durante una década, precisamente cuando se ha sabido que algunos fondos de inversión empiezan a comprar las reclamaciones de los transportistas.
Al mismo tiempo, se extiende la preocupación por la escasez de conductores por todo el Viejo Continente, un síntoma preocupante ya que, a la misma vez, la edad media de este colectivo demuestra un progresivo e imparable envejecimiento.
Otro de los asuntos recurrentes en los últimos tiempos también ha tenido su cuota de protagonismo. Es el caso de las 44 toneladas, en el que ha habido un cruce de acusaciones y alguna maniobra que no ha gustado en el sector.
Así pues, mientras que los transportistas acusan a ciertos cargadores de utilizar prácticas que “destrozan la productividad del transporte”, para los cargadores, los transportistas quieren obtener concesiones sin contraprestaciones.
En el ámbito del transporte portuario, Barcelona y Valencia han sido escenario de protestas de los transportistas por las condiciones de precariedad en que desarrollan su labor y la falta de atención que lastra su competitividad.
Al mismo tiempo, en la ciudad de Madrid, el sector está preocupado por el impacto de Madrid Central en la actividad de reparto urbano de mercancías y atenazado por la parálisis negociadora del Ayuntamiento de Madrid.
Por lo que respecta a las estadísticas del sector, en marzo se ha sabido que el volumen de mercancías transportadas por carretera ha crecido un 4,65% en 2018, mientras que los precios del transporte de mercancías por carretera han subido un 1,6% anual el año pasado, con el coste laboral al alza a final del pasado ejercicio, con lo que, según Fomento, el sector aún no ha llegado a alcanzar los niveles de antes de la crisis.
En febrero, se ha producido un repunte en el número de empresas de logística y transporteinscritas en la Seguridad Social, mientras que las variaciones salariales en los convenios colectivos suscritos en logística y transporte rozan el 2%.