Los escolares españoles ya no tienen desde hace un tiempo exámenes de recuperación en septiembre. Sin embargo, la pausa de las vacaciones estivales hace difícil escapar de esa dinámica intentar resolver cuanto antes lo que ha quedado pendiente antes de ese período que sirve para recargar las pilas de cara un nuevo e intenso año de trabajo, tras la celebración de San Cristóbal, patrón del sector, en medio de la incertidumbre.
En esta coyuntura tampoco ayuda el parón político que vive el país fruto de la incapacidad congénita de unos dirigentes para ponerse de acuerdo, precisamente en momentos en que se necesitan ideas frescas, y con la Unión Europea todavía a medio gas, tras las Elecciones al Parlamento Europeo y con la Comisión todavía por definir.
El transporte, sin embargo, no puede parar, porque si cesa su actividad se resiente toda la economía española, a pesar que todavía hay algún representante político que no es capaz de verlo.
Así las cosas, pese al panorama político, los empresarios del transporte mantienen la confianza en la evolución de la economía española a corto plazo, en consonancia con la buena evolución que vive la cifra de negocio del sector logístico y de transporte.
Sin embargo, frente a esta buena velocidad de crucero que lleva el sector, a tenor de las estadísticas oficiales, septiembre se aproxima con ciertas turbulencias.
Por un lado, sigue el mar de fondo en relación con los impuestos de los carburantes y, al mismo tiempo, en septiembre también habrá de resolverse finalmente el lío de los desvíos obligatorios de camiones en la AP-68 a su paso por La Rioja, tras la sentencia del Supremo, un asunto en el que el sector tiene muchas esperanzas de cara al pronunciamiento que se espera del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en septiembre, porque, de momento, seguirán en pie, pese a la petición del Comité Nacional de Transporte.
Por lo que respecta a las 44 toneladas, mientras que Mercadona redobla su apuesta por el uso de megacamiones, por otro lado, septiembre marcará un más que posible reencuentro de las asociaciones de transportistas con los cargadores, que parecen abiertos a un “diálogo constructivo”.
De igual modo, Madrid Central sigue dando problemas al transporte urbano y la distribución en la capital, aunque el sector no renuncia a mejorar las carencias que presenta el reparto urbano en la ciudad de Madrid.
Mientras, en otros ámbitos, los transportistas que dan servicios en diferentes recintos portuarios, especialmente en los puertos de Barcelona y de Valencia, pero que también llegan en forma de caos al puerto de Las Palmas, siguen teniendo problemas con los accesos, así como a la hora de gestionar los contenedores vacíos, pese a que avisan del colapso con coherencia.
Así mismo, el transporte de carbón en Galicia también se ha movilizado este mes para dar cuenta de la situación crítica en que se encuentra, comunidad autónoma en la que también se ha vivido un reciente terremoto, justo cuando Coca-Cola European Partners ha reordenado sus servicios de transporte.
En otros ámbitos, las denuncias por el cártel de camiones siguen acumulando nuevos procesos, la Euroviñeta sigue su camino ascendente y la preocupación por el ‘Brexit’ sigue en todo lo alto, a la vista de la deriva política que se está produciendo.
Por lo que respecta a los datos de situación del sector, en el último mes se ha estabilizado el número de empresas de transporte de mercancías por carretera, la afiliación a la Seguridad Social ha mantenido el pulso, el paro ha bajado, aunque, por contra, el coste laboral ha ascendido en el último año.