El segundo mes de 2020 ha estado marcado por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, que ha afectado de manera muy directa al transporte marítimo. El crucero Diamond Princess se convirtió durante días en el mayor foco de contagio fuera de la ciudad china de Wuhan, lo que llevó a CLIA a reforzar sus protocolos de seguridad, tanto en lo referente a los pasajeros, como a la tripulación.
De igual modo, navieras como MSC han puesto en marcha sus propias medidas para evitar contagios. La alarma generada se ha extendido al transporte de contenedores, pues muchos operadores se han visto obligados a cancelar escalas y reducir su capacidad en las rutas, con un fuerte aumento de la flota inactiva.
La consultora Alphaliner calcula una reducción de más de seis millones de TEUs en el primer trimestre de 2020, por lo que el crecimiento caerá un 0,7% en términos anuales. Esto puede tener serias consecuencias en las entregas relacionadas con la logística de automoción, la electrónica, las comidas y bebidas procesadas, y otras mercancías que suelen exportarse desde la zona.
Los expertos consideran que mayo será un mes clave para evaluar los efectos de la crisis, pues las multinacionales con proveedores en China se encontrarán de repente con los primeros síntomas de desabastecimiento. En lo que respecta a España, Anesco cree que el coronavirus puede tener un fuerte impacto en los puertos nacionales, lo que llevaría a una importante disminución del tráfico y a pérdidas económicas.
Más cambios para el sector
La patronal también ha alertado de la ralentización del crecimiento de los tráficos en el país y ha instado a las autoridades a implementar medidas que permitan potenciar la competitividad de los puertos españoles, como la bajada de las tasas portuarias, un objetivo en el que coincide con PIPE.
No obstante, el cambio más importante a nivel portuario en febrero ha sido el nombramiento de Francisco Toledo como presidente de Puertos del Estado, en sustitución de Salvador de la Encina, a quien a lo largo del mes han mostrado su apoyo UGT, Comisiones Obreras y Coordinadora, entre otros.
El organismo portuario ha encargado recientemente el desarrollo de una plataforma tecnológica, abierta, integrada y colaborativa, en el marco del proyecto Simple. También se ha firmado un convenio que establece los criterios de coordinación necesarios entre autoridades marítimas y portuarias ante una emergencia.
En su caso, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ya ha confirmado que sus principales proyectos para el sectordurante esta legislatura serán la adaptación al Reglamento Europeo de Servicios Portuarios y el Reglamento de Explotación y Policía de los puertos de interés general.
Avances portuarios
Entre los puertos españoles, destaca especialmente el de Valencia, que figura junto al de Algeciras entre los principales puertos de contenedores europeos, con sus 5,4 millones de TEUs movidos en 2019. El Ayuntamiento ya ha dado el visto bueno a los cambios que ha introducido en el proyecto de la nueva terminal de contenedores en la ampliación norte.
Desde el puerto, siguen insistiendo en que no es necesaria una nueva Declaración de Impacto Ambiental y en MSC se han quejado del "ruido" generado por este proyecto, al que destinarán una gran inversión.
Por otro lado, la Autoridad Portuaria de Baleares está ultimando su Plan Estratégico, con el que no buscan en ningún caso un crecimiento del tráfico de cruceros. De hecho, el puerto de Palma forma parte de la iniciativa 'Cruise 2030', que defiende el desarrollo sostenible de esta industria.
Otro puerto que ha sido protagonista en febrero ha sido el de Tarragona, que está ultimando el modelo de gestión de su Zona de Actividades Logísticas de Vila-Seca. También el de Castellón quiere consolidar el proyecto de la ZAL, mientras el de Santander aborda el problema de los intrusos en su zona de servicio, y las administraciones central y autonómica trabajan para garantizar la seguridad.
En su caso, el puerto de Málaga ha visto cómo Maersk reducía sus tráficos de contenedores, desviándolos a Tánger-Med para ahorrar costes, y en el de Barcelona se preparan para la puesta en marcha del nuevo servicio de transporte intermodal con el puerto francés de Bayona.