El mes de febrero ha traído buenas noticias para el sector marítimo, dado que el Gobierno se ha comprometido a publicar el reglamento de la estiba antes del verano de 2018. La patronal, Anesco, ha mostrado su preocupación por la inseguridad jurídica que se puede generar a partir del 14 de mayo, cuando numerosos convenios provinciales y por puertos entrarían en un escenario de incertidumbre.
Por ello, ha pedido a Fomento que adopte las medidas oportunas para que pueda seguir desarrollándose la negociación colectiva. Mientras, la estiba de Algeciras ha alcanzado un acuerdo de mejoras organizativas y de la competitividad, a la espera del correspondiente reglamento.
Puertos españoles
El puerto de Barcelona, primero de España en aprobar un convenio para el sector, ha impulsado en el segundo mes del año un nuevo convenio de bonificaciones para los operadores que se han comprometido a desarrollar un plan de mejoras medioambientales. Además, ha adjudicado a Comsa el aumento de calado del muelle Álvarez de la Campa por 5,1 millones de euros e instalará un nuevo sistema de inspección no intrusivo de vehículos y contenedores.
En Algeciras, el puerto con mayor movimiento de mercancías de España, el concurso de la terminal de contenedores de Isla Verde ha finalizado su última prórroga sin ninguna oferta, por lo que la Autoridad Portuaria ha decidido no volver a ampliar el plazo de presentación.
También en Andalucía, el puerto de Huelva ha licitado las obras de acceso a la nueva Zona de Actividades Logísticas de Punta del Sebo. Sus tráficos siguen aumentando impulsados por la terminal ferroviaria de Majarabique y la portuguesa Policedencias España ha sido elegida para dar continuidad al servicio en los astilleros del puerto hasta finales de 2018.
En el norte de España, el puerto de Marín está tanteando la posibilidad de hacerse con una parte importante del negocio de tráfico de contenedores de Vigo, con una rebaja sustancial en los costes de estiba. A día de hoy, Maersk registra un tráfico anual de 25.000 contenedores en la instalación, tras abandonar parcialmente la dársena viguesa.
Además, el Ministerio de Fomento ha aprobado el trazado de la conexión ferroviaria de Punta Langosteira, en el puerto de La Coruña, y el de Santander, que está considerado el mejor del mundo en la gestión de graneles, está llegando al límite de su capacidad de crecimiento, por lo que está buscando soluciones, como la construcción de silos verticales.
Por su parte, la Autoridad Portuaria de Valencia, que recientemente ha presentado en el Parlamento Europeo sus proyectos de futuro, renunciará al túnel subterráneo para el acceso norte y está planteándose realizar una conexión submarina con el puerto de Sagunto. Por su parte, Transcont sigue reclamando la puesta en marcha del servicio comercial y Noatum Ports ha iniciado un servicio ferroviario entre su terminal intermodal de Zaragoza y el puerto de Valencia.
Las navieras prosiguen en la mejora de procesos
Las navieras han continuado en febrero con sus ya habituales procesos de mejora para adaptarse a los requerimientos de los clientes. Trasmediterránea, cuya adquisición por parte de Naviera Armas, está siendo analizada por Competencia, ha retomado su línea de alta velocidad entre Gandía e Ibiza, mientras que Balearia ha reforzado su flota con la compra de tres nuevos buques a Irish Ferries.
Asimismo, Grimaldi ha potenciado los servicios que unen Barcelona y Valencia con las localidades transalpinas de Livorno y Savona, con la incorporación de un nuevo buque, y Boluda Lines ha ampliado sus servicios logísticos de distribución de carga, tanto seca como refrigerada, ‘project cargo‘ y tráfico rodado con el norte de Europa.
A nivel internacional, la alianza ONE ha comenzado a aceptar reservas para sus nuevos servicios, que se iniciarán en abril de 2018. Los operadores siguen ampliando su capacidad, como demuestra el hecho de que Evergreen haya encargado ocho portacontenedores de 12.000 TEUs o que Cosco acabe de recibir un nuevo megabuque que puede transportar hasta 20.000.
El operador francés CMA CGM invertirá en la construcción de un almacén multi-temperatura en el parque logístico del puerto de London Gateway que gestiona DP World, mientras Maersk, que ha cerrado 2017 con beneficios en su división Maersk Line, no descarta nuevas adquisiciones tras la compra de Hamburg Süd e incluso se está planteando nuevas operaciones alejadas del sector marítimo, para ofrecer servicios logísticos a sus clientes.