Tras un 2017 de franca recuperación, 2018 llega con importantes debates abiertospara el transporte de mercancías por carretera.
El más inminente de todos ellos ha tenido que ver con los peajes de Guipúzcoa y la generalización de los desvíos obligatorios de camiones hacia vías de alta capacidad, algo que el sector quiere llevar ante la Justicia.
Así las cosas, tal y como estaba previsto, los peajes para camiones de la Diputación de Guipúzcoa empezaron a funcionar en los primeros días de enero, sin que el sector encontrase una movilización unitaria que hubiera servido, por lo menos, de toque de atención para las autoridades.
Tras unas jornadas de paro que las autoridades guipuzcoanas tildaron de "fracaso", los transportistas giraron sus miradas al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, del que aún esperan que se pronuncie sobre la legalidaddel peaje, justo cuando la Diputación espera recaudar nueve millones de euros al año.
Además, por lo que parece, Francia baraja el establecimiento de una viñeta en sus carreteras que le supondría unos ingresos de 550 millones al año, justo cuando el Parlamento Europeo valora sustituir este sistema por sistemas de tarificación basados en la distancia.
En relación con las restricciones, pero en este caso en los accesos a los centros urbanos, que en el caso de Madrid contará con una zona cero emisiones en junio de 2018, los transportistas llaman al consenso para evitar descoordinaciones.
Otro de los temas cruciales con los que se cerró 2017 y se ha abierto el año tiene que ver con la prohibición del descanso semanal de 45 horas o más en cabina, tal y como ya se hace en los Países Bajos, por ejemplo, y que es un elemento que finalmente se prohibirá aprovechando la reforma del ROTT por llegar, en el que están presionando algunos sindicatos y asociaciones, y que, según está previsto, entrará en vigor en julio, pero que, mientras tanto, genera dudas y cierta inseguridad jurídica, al decir de algunas asociaciones del sector.
En medio de todo este panorama, Competencia ha manifestado su disconformidad con el proyecto del ROTT que, a su juicio, vulnera la competencia al fijar un requisito de flota mínima de tres camiones para acceder al mercado de transporte.
Al tiempo, y en relación con los tiempos de conducción y descanso, el Parlamento Europeo parece orientarse a permitir cierta flexibilidad para permitir el regreso a casa de los conductores de transporte internacional
Así mismo, de 2017 queda pendiente también la consideración de los conductores profesionales como trabajadores desplazados, algo crucial para el transporte internacional. El Parlamento Europeo parece favorable a que los conductores tenga un régimen propio en este sentido, pero el debate sigue.
En todo este contexto, el transporte en Europa vive un aumento de cargas y escasez de conductores, lo que provoca que falten camiones.
Enero es un mes que se presta a analizar 2017 a través de estadísticas. En este sentido, el sector ha acabado con un incremento en el número de empresas de transporte público, mientras que se han reducido las que hacen transporte privado.
De igual modo, el transporte ha terminado el año con un buen tono en cuanto al número de afiliados a la Seguridad Social, con buenos datos de contratación y de paro, así como de empresas inscritas en la Seguridad Social.
Los convenios colectivos del sector, por su parte, terminaron 2017 reflejando incrementos salariales de 1,6%. Por último, los empresarios del sector estiman que 2017 ha sido un buen año para sus negocios y muestran precaución de cara a este 2018.