Tras anunciar en 2022 un ambicioso plan para reducir el impacto medioambiental de toda su cadena de valor, ahora el fabricante alemán de ropa y equipamiento deportivo Puma ha dado una nueva vuelta de tuerca a su iniciativa para incidir en el recorte de emisiones contaminantes.
Para ello, la empresa de equipamiento deportivo apuesta por la digitalización y la colaboración aplicadas a la cadena de suministro, para conseguir que su logística sea más ágil y resiliente, al tiempo que le permita responder a las cambiantes necesidades de sus clientes en todo el planeta.
El año pasado, la multinacional anunció que estaba en camino de cumplir sus objetivos climáticos y que había reducido sus propias emisiones de carbono en un 88% y las asociadas a su cadena de suministro en un 12% entre 2017 y 2021, a pesar del crecimiento registrado en ese período.
Pese a ello, Puma estima que se necesita más colaboración al trabajar con proveedores en cadenas de suministro externalizadas, algo que puede lograrse a través de un uso más intensivo de las nuevas tecnologías.
En este sentido, la comoañía estima que al unir fuerzas con empresas afines, mejora sus posibilidades de escalar y acelerar su impacto positivo combinado.
Por todos estos motivoos, se ha unido a la iniciativa internacional Zero100 con el fin de impulsar la digitalización y la colaboración en su cadena de suministro global.