Este pasado miércoles se ha procedido al bautizo del nuevo dique flotante del Grupo de Astilleros Cernaval, Crislaube, que con sus dimensiones de 230x45 metros es uno de los más grandes de estas características disponibles en el Sur de Europa.
El dique pondrá el primer barco en seco en las próximas semanas, convirtiendo las instalaciones situadas en San Roque, al norte de la Bahía de Algeciras, en las únicas capaces de atender entre cuatro y seis buques de forma simultánea.
Como ha explicado Enrique Pérez, director comercial de Cernaval, la apuesta de la empresa malagueña supone triplicar la superficie en concesióny disponer de hasta 1.000 metros lineales de muelles para reparaciones.
La inversión privada en el proyecto ha sido de más de 35 millones de euros, con el objetivo de ofrecer "el mejor servicio de reparaciones navales del Sur de Europa", tal y como ha explicado Mario López, presidente de los astilleros.
A la puesta de largo han acudido los principales armadores clientes de la compañía procedentes de todo el mundo. En opinión de Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria de Algeciras, que ha estado presente en el acto, la apuesta de Cernaval refuerza la oferta de servicios al buque del puerto de Algeciras y supone contar con una infraestructura única en el sur de Europa en el sector de las reparaciones navales, en el que ya es referente.
Cernaval llegó a Crinavis, la zona portuaria de San Roque, en 1995 y a finales de 2018, la APBA otorgó la ampliación de la concesión a Cernaval por 30 años prorrogables otros 10.