El crucero Diamond Princess, de Princess Cruises, se ha convertido en el mayor foco de contagio del coronavirus fuera de China. En total, se han confirmado hasta el momento 542 casos entre los 2.666 pasajeros y 1.045 tripulantes que viajaban a bordo y que permanecen en cuarentena desde el día 3 de febrero.
El buque permanece varado desde hace más de dos semanas en el puerto japonés de Yokohama, hacia donde se han empezado a desplazar aviones procedentes de Estados Unidos, Alemania, Australia, Canadá, Israel, Italia, Corea del Sur y el territorio de Hong Kong para repatriar a sus ciudadanos.
Por su parte, desde Reino Unido han confirmado que repatriarán en cuanto sea posible a los 74 ciudadanos del país que viajaban a bordo. Los pasajeros son examinados antes de subir a los aviones de evacuación, de forma que aquellos que presenten síntomas puedan ser transferidos al sistema de salud japonés.
Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos y dificultades para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
Es por ello que se prevé que los pasajeros que vuelvan a su país de origen tengan que estar aislados durante unos 14 días, para confirmar que no han contraído el virus. En este sentido, desde el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, explican que las posibilidades de enfermar en el crucero son similares a las existentes en la ciudad china de Wuhan, donde tuvo su origen la infección.