Esta semana, el Parlamento Europeo ha hecho un primer acercamiento a las enmiendas propuestas para contar con una regulación específica de los conductores profesionales de transporte internacional como trabajadores desplazados.
Con la reciente aprobación de la Directiva de Trabajadores Desplazados, las autoridades europeas llegaron a la conclusión de que el transporte internacional debería contar con unas normas específicas, que los juristas llaman 'lex specialis', y que ahora discuten a tres bandas la Comisión, el Consejo y el Parlamento europeos.
En la Eurocámara se han presentado multitud de enmiendas que muestran a las claras las importantes diferencias que mantienen los Estados miembro a la hora de dotar a los conductores profesionales de un status propio como trabajadores desplazados.
Parte de estas enmiendas piden que se aplique la Directiva de Trabajadores Desplazados a los chóferes para evitar la competencia desleal, mientras que otras piden que se les exima totalmente para garantizar la libre circulación de mercancías a través del Mercado Único.
Las negociaciones, tras Semana Santa
Será después de Semana Santa cuando los europarlamentarios se pongan manos a la obra para intentar acercar posturas y compromisos y acuerdos de transacción, con el fin de crear una norma clara que, como ha defendido la ponente de la norma, la finesa Merja Kyllönen, sepa encontrar un equilibrio entre la protección social de los conductores y la libre circulación de mercancías en todo el territorio de la Unión Europea.
[sumario]Parece que la idea más extendida es que las operaciones internacionales en tránsito no deben considerarse desplazamiento en ningún momento.[/sumario]
En este sentido, gran parte de los diputados abogan por encontrar un consenso que igualen las condiciones en toda la UE, que impidan la existencia de prácticas fraudulentas en el mercado de transporte y que no carguen a las empresas con más cargas burocráticas y que, como explica la eurodiputada socialista española Inés Ayala, convierta a los transportistas en "gestorías andantes".
Así las cosas, parece que la llegada del tacógrafo digital en 2020 y una regulación homogénea y no discriminatoria de los controles tanto en carretera como en las sedes sociales se antojan como elementos de gran importancia para llegar a un acuerdo.
Por lo que respecta a la condición de los conductores profesionales como conductores desplazados, parece que la idea más extendida es que las operaciones internacionales en tránsitono deben considerarse desplazamiento en ningún momento, mientras que para el transporte internacional de punto a punto las opiniones oscilan entre los cero y los 16 días para considerarlo desplazamiento, cuando en el cabotaje también van desde los cero días hasta los 10.
Así pues, tras la Semana Santa entrarán en juego las negociaciones para llegar a acuerdos de compromiso y transacción, lo que convierte al proceso en algo impredecible, pese a que, en términos generales, los eurodiputados se inclinan por buscar una regulación equilibrada y sencilla. El resultado de todo el proceso, sin embargo, podría no quedar así.