Tradicionalmente, Primark ha sido una cadena volcada en la venta física y bastante refractaria a los cantos de sirena del canal on-line.
Sin embargo, los estragos de la pandemia en el sector comercial parecen haber hecho mella en la estrategia de la empresa, con lo que la compañía británica podría virar un poco su punto de mira y querer abrirse tímidamente hacia la omnicanalidad.
En este sentido, su matriz Associated British Foods ve interesante desarrollar un servicio de entrega en tienda de pedidos realizados a través de internet.
Con ello se quieren evitar los costes que suponen los envíos domiciliariostan propios del comercio electrónico, algo que, en opinión de sus directivos, no es asumible en el segmento en que actúa Primark, el de prendas de vestir baratas.
Sin embargo, pese a esta iniciativa omnicanal aún en pañales y al impacto de la crisis sanitaria, la cadena británica sí que parece apostar decididamente por expandir su red de establecimientos físicos, tanto en los Estados Unidos, como en Italia y en Europa del este.