Panamá se ha convertido en el último Estado en adherirse al Convenio internacional para el Control y la Gestión del Agua de Lastre y los sedimentos de los buques, Convenio BWM.
La ratificación de esta país, el mayor Estado de abanderamiento mundial en términos de arqueo con el 18,02% de la flota mundial, eleva al 53,28% el arqueo mundial del transporte marítimo cubierto por el tratado, siendo 53 las partes contratantes.
El Convenio BWM entrará en vigor el 8 de septiembre de 2017, tras la adhesión de Finlandia que ha permitido cumplir con los requisitos requeridos.
En el marco del mismo, todos los buques dedicados al transporte marítimo internacional deben gestionar su agua de lastre para evitar la propagación de especies acuáticas invasivas, que pueden ocasionar estragos en los ecosistemas locales, afectar a la diversidad biológica y dar lugar a considerables pérdidas económicas.
Desde la OMI han vuelto a animar a los Estados que aún no han ratificado el convenio a que lo hagan cuanto antes, con el fin de garantizar que la mayor parte de la flota mundial esté sujeta a los términos del tratado en el momento de su entrada en vigor.