La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife aplicará en sus puertos desde finales de año una nueva ordenanza para limitar la contaminación atmosférica, refiriéndose esta no solo a la emisión de gases contaminantes sino especialmente a la contaminación acústica.
En concreto, tras su aprobación por el Consejo de Administración, y tres meses después de su publicación en el boletín oficial correspondiente, comenzará a aplicarse en el atraque de buques de línea regular, operaciones de carga y descarga, y operaciones terrestres en terminales portuarias.
Esta nueva norma establece la obligatoriedad de que los buques de pasaje que atraquen en muelles donde esté disponible el sistema de suministro de electricidad se conecten a la red, al igual que los contenedores con carga refrigerada.
Los puertos de Santa Cruz de Tenerife, La Palma y La Gomera ya ofrecen el servicio de conexión a la red eléctrica a buques de tráfico regular, especialmente en horario nocturno. No obstante, no todas estas unidades están adaptadas al servicio, lo que obligará a asignarles un atraque más alejado del centro de la ciudad.
La nueva ordenanza también exige que los contenedores refrigerados se conecten a la red eléctrica en las terminales de mercancía o mixtas dotadas del servicio, y limita la estancia en puerto de los contenedores refrigerados que vayan a embarcar, que no podrán acceder a la terminal antes de que se cumplan 24 horas para su embarque.
Respecto a los que desembarquen, si la terminal no ofrece conexión eléctrica solamente permanecerán en puerto durante la noche los que deban pasar inspección aduanera o sanitaria al día siguiente.
Próximamente se convocará una sesión extraordinaria del Consejo de Administración para instar al Ministerio de Política Territorial a que provea, a los servicios de control fitosanitario en el puerto de Tenerife del personal para la realización de estas tareas los domingos, igual que se ha realizado en el puerto de Las Palmas.
Volviendo a la norma de control del ruido, también persigue regular el nivel sonoro de las alarmas propias del movimiento de la maquinaria con la que se presta el servicio portuario de manipulación de mercancías. Avanza así la Autoridad Portuaria en su objetivo de integrar el puerto con la ciudad.