El sindicato CGT ha convocado una huelga general en Francia el 14 de diciembre, en la que pretenden movilizar a todos los sectores de actividad en la lucha por un aumento de los salarios, las pensiones y la protección social.
Tras las intensas protestas de los 'chalecos amarillos' durante las últimas semanas, el presidente Macron ha explicado públicamente las nuevas concesiones que realizará la administración francesa, como la subida del salario mínimo interprofesional, la exención fiscal de las horas extra y la eliminación del incremento de los impuestos a la Seguridad Social para los jubilados que perciben retribuciones más bajas.
Lejos de apaciguar a los manifestantes, el discurso ha sido recibido como una provocación y aunque más de la mitad de los franceses está satisfecha con las medidas propuestas, el 45% cree que deben continuar las movilizaciones, según explica la Federación Regional de Organizaciones Empresariales de Transporte de Murcia, Froet.
Desde la Federación, sostienen que los transportistas españoles volverán a pagar las consecuencias del descontento social en Francia en esta nueva oleada de protestas. Los cortes de carreteras que se han producido hasta el momento han supuesto la pérdida de numerosas jornadas de trabajo para el sector, que no ha podido cumplir con sus compromisos con los clientes.
Tal y como ha denunciado la CETM, muchas mercancías se han devuelto por este motivo, ya que no se han entregado en los plazos y condiciones requeridos. También han aumentado los costes salariales por los días que han tenido que pasar los conductores en el extranjero y de momento, ninguna administración se ha interesado ni ha tratado de evitar las pérdidas económicas del sector.