La última edición del Índice DHL de Conectividad Global 2022, elaborado por DHL y la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, ha certificado que los flujos internacionales han sido resistentes frente a perturbaciones recientes como la pandemia o la guerra en Ucrania.
Según el informe, que puede descargarse en este enlace, que analiza el estado de la globalización y sus perspectivas analizando datos de 171 países y territorios, tras un ligero descenso en 2020, dichos flujos volvieron a superar los niveles anteriores a la pandemia en 2021.
Así, el comercio internacional de mercancías se situó un 10% por encima de los niveles prepandémicos a mediados de 2022 y los viajes internacionales se mantuvieron un 37% por debajo de los niveles de 2019, pero se duplicaron en comparación con 2021.
[sumario]Los datos desmienten la percepción de que la globalización va marcha atrás, si bien se están desacoplando algunos campos.[/sumario]
Desde DHL consideran que estos datos desmienten la percepción de que la globalización va marcha atrás, si bien se están desacoplando algunos campos como el existente entre EE.UU. y China a causa de sus diferencias políticas.
De este modo, analizando flujos comerciales, de capital, de información y de personas entre ambas naciones, la proporción de flujos de Estados Unidos con China disminuyó en ocho de los once tipos tomados como referencia desde 2016.
Pese a ello, Estados Unidos y China siguen estando vinculados por flujos mucho mayores que cualquier otro país que no comparta frontera y esta disociación no ha dado lugar a una fragmentación más amplia de los flujos mundiales entre bloques de países rivales.
¿Hacia una nueva regionalización?
Los análisis del Índice DHL de Conectividad Global también muestran que las predicciones de un cambio de la globalización a la regionalización no se han cumplido, al menos de momento.
De hecho, la distancia media recorrida por los distintos flujos ha aumentado en las dos últimas décadas, y los flujos comerciales incluso se extendieron a mayores distancias durante la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, sigue siendo una incógnita si los patrones comerciales se regionalizarán mucho más en el futuro, ya que muchas empresas y gobiernos se están centrando en la deslocalización "cerca de casa" (nearshoring) para regionalizar las cadenas de suministro.
Por otro lado, concluye el estudio, más de la mitad del comercio ya se realiza dentro de las regiones, y los beneficios del comercio a larga distancia siguen siendo importantes, sobre todo porque la inflación sigue siendo alta, el crecimiento económico se ha ralentizado y las tarifas de transporte de contenedores han vuelto a bajar.