Mercedes-Benz ha llevado a cabo una prueba de conducción en octubre con la nueva eSprinter. El vehículo ha recorrido con una sola carga de la batería y sin necesidad de recargar una ruta de ida y vuelta entre el museo de la marca en Stuttgart y el aeropuerto de Múnich.
Esto supone 475 kilómetros, con un consumo energético de 21,9 kWh por cada 100 kilómetros, a pesar de que se trata de una ruta especialmente exigente en términos de consumo por la elevada proporción de autopistas y la subida al Swabian Jura. A su llegada, el cuadro de instrumentos mostró una autonomía restante de unos 20 kilómetros.
El nuevo vehículo estará disponible con tres tamaños de batería, pero en este caso se seleccionó un prototipo con la mayor de las tres variantes. Además, con vistas a una configuración práctica para servicios de mensajería, express y paquetería, se seleccionó una versión extralarga con un techo alto.
Por otro lado, con el fin de recrear las condiciones reales de una entrega urgente entre Stuttgart y Múnich, el viaje no se realizó en una pista de pruebas cerrada o en un banco de pruebas, sino en el centro de la ciudad, así como en carreteras federales y autopistas.
Tampoco se optimizó la topografía, pues por ejemplo, la subida al Swabian Jura se dejó deliberadamente en la ruta. Un inspector de TÜV Süd acompañó en el asiento del pasajero al conductor de Mercedes-Benz durante toda la prueba.
La nueva eSprinter será significativamente más flexible que el modelo actual, mientras que la autonomía será de más del doble. A partir de la segunda mitad de 2023, comenzará a fabricarse en Charleston, Düsseldorf y Ludwigsfelde, pues además de en Europa, se comercializará también en Estados Unidos y Canadá.