La demanda de maquinistas ferroviarios en España crecerá de forma exponencial en el próximo lustro, debido al desarrollo de las infraestructuras ferroportuarias, la necesidad de aumentar la cuota modal del ferrocarril, el proceso de liberalización ferroviaria o la migración del transporte de mercancías de la carretera al tren.
Para hacer frente a esta tendencia, Medway ha desarrollado 'Medway Training' para ofrecer formación especializada. El programa, que echó a andar en 2018 y acaba de lanzar la convocatoria para su décima promoción, ha instruido a más de 200 profesionales e impartido más de 230.000 horas de formación.
Se compone de cursos adaptados a las necesidades del sector ferroviario e incluye seguimiento, formación personalizada para cada alumno y clases prácticas a bordo de simuladores y locomotoras del grupo.
Se trata de una profesión estable y con una empleabilidad del 100%, con perspectivas de crecimiento y buenas condiciones, pues el salario de un operador ferroviario oscila entre los 30.000 y los 60.000 euros brutos anuales.
Desde Medway, que cada año contrata a más del 50% de los estudiantes que se forman con la empresa, explican que “antes, la mayoría de los alumnos rondaban los 20 años y acababan de finalizar su Bachillerato, que es el mínimo requerido para esta formación”. Sin embargo, ahora “la media de edad ronda la treintena".
Los perfiles son muy variados, pues se ha pasado de un perfil de familia ferroviaria que lo tenía claro desde siempre, a personal con dudas respecto a las salidas de sus estudios universitarios o del sector en el que trabaja, que valora esta opción por la necesidad de nuevos maquinistas.
El programa se compone de una formación teórica de 650 horas sobre conocimientos generales, conocimientos específicos sobre el material rodante y las infraestructuras, así como la normativa de seguridad en la circulación y un bloque de 500 horas de formación práctica que incluye prácticas de conducción en simulador y prácticas reales.
Esta última parte comienza en las propias oficinas, con equipos que simulan el pupitre de conducción de una locomotora realy ponen a prueba a los estudiantes ante las condiciones más adversas e improbables.
Más adelante, pasan a ser instruidos en trenes de mercancías, realizando acompañamientos con el maquinista en trayectos de Madrid a Zaragoza, Valencia o la frontera con Portugal, entre otros. Después, son los propios estudiantes quienes realizan la conducción, bajo la supervisión del maquinista titular.
Finalmente, deben superar una prueba final, tras la cual obtienen el título para operar trenes no solo con mercancías, sino también de viajeros, pudiendo comenzar a trabajar en cualquier empresa ferroviaria, ya sea pública o privada.