Más de la mitad de las estaciones de servicio españolas todavía no han cobrado las cantidades que han tenido que adelantar en el mes de abril para atender la decisión de la Administración de bonificar con 20 céntimos el precio del litro de combustible, según la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles y la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio.
Además, ambas organizaciones empresariales manifiestan su "malestar por la falta de sensibilidad de la Administración"y señalan que no hay respuesta por parte del Ministerio de Hacienda sobre cuándo se van a poder cobrar las cantidades adelantadas por los empresarios del sector.
Según las dos patronales esta situación "está causando graves perjuicios a las empresas, sea cual sea su tamaño, pero con especial incidencia en las pequeñas, que están abocadas al cierre si no cobran de forma inminente" y apuntan que la bonificación "está resultando muy perjudicial para las gasolineras por su mal diseño y peor ejecución".
En concreto, las gasolineras aseguran que en cada comunidad autónoma se actúa de manera diferente, por lo que puede que las facturas de cada repostaje no se ajusten a los requerimientos de Hacienda en cuanto a la aplicación de los impuestos y pueda haber sanciones a posteriori.
Así mismo, según informan, en algunas regiones se están exigiendo albaranes de ventapara pagar los anticipos.
Todo ello genera, en su opinión "una situación que puede definirse como de asfixia económica, caos administrativo e inseguridad jurídica".
Al tiempo, Aevecar y Ceees "rechazan rotundamente las declaraciones de algunos miembros del Gobierno que acusan a los operadores de estar subiendo los precios de manera artificial para quedarse con los 20 céntimos de subvención".
A su juicio, "estas manifestaciones crean una situación de malestar y proyectan la sombra de la sospecha sobre todo un colectivo que actúa como colaborador obligatorio de la Administración", por lo que "exigen respeto para los empresarios de un sector que se han visto obligados a pedir créditos para poder adelantar la bonificación, hacer frente a gastos informáticos para adecuar la emisión de las facturas y asumir los gastos de personal extra necesario para cubrir la demanda creada".