El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha confirmado que más de 20 países se han comprometido a participar en la operación Guardián de la Prosperidad, puesta en marcha por el gobierno norteamericano con el objetivo de asegurar la navegación en el mar Rojo, amenazada por los ataques de los rebeldes hutíes en Yemen.
El Pentágono había convocado una reunión virtual con representantes de más de 40 países, la Unión Europea y la OTAN, instando a una respuesta internacional colectiva, subrayando que los hutíes no solo atacan a un país, sino a la comunidad internacional, afectando el bienestar económico global.
La coalición defensiva, de la que también formará parte la Unión Europea, buscará garantizar el transporte marítimo en el mar Rojo y el Golfo de Adén, ofreciendo apoyo a los buques comerciales. En este sentido, los países participantes podrán contribuir según su capacidad, ya sea con barcos, aviones, personal militar u otro tipo de apoyo.
La coalición, bajo el mando de la alianza multinacional de las Fuerzas Marítimas Combinadas y específicamente la Task Force 153, patrullará las aguas para ayudar a los buques que lo necesiten, además de haber advertido a los hutíes sobre las consecuencias de enfrentarse a la comunidad internacional.
Sin embargo, estos ya han anunciado que continuarán sus ataques contra buques israelíes o con destino a puertos israelíes y, a pesar de la creación de esta operación, ya han secuestrado un buque y llevado a cabo ataques con drones y misiles, afectando el comercio global y obligando a empresas, incluidas importantes firmas de transporte marítimo, a suspender operaciones o desviar rutas.
Las navieras optan por rutas más seguras y largas
La crisis bélica ha llevado por tanto a algunas de las principales navieras a redirigir sus rutas desde el Mar Rojo y el canal de Suez hacia el sur, optando por circunnavegar África a través del cabo de Buena Esperanza.
Esta decisión ha incrementado la duración de las rutas en aproximadamente nueve días desde el Lejano Oriente hacia el norte de Europa, catorce días en las rutas del Mediterráneo y cinco días para los servicios con destino en la costa este de América del Norte.
Según Sea Intelligence, esta modificación operativa, debido a la crisis bélica, generará la necesidad de incorporar entre 1,45 y 1,7 millones de TEUs (unidades equivalentes a veinte pies) de capacidad adicional en la flota para satisfacer la demanda, considerando la capacidad de los buques y el tiempo medio de viaje por la nueva ruta alrededor de África.