La posibilidad de que las Autoridades Portuaria de Las Palmas y de Tenerife queden integradas en una única entidad portuaria para el conjunto del archipiélago canario levanta sarpullidos en las islas.
El debate se produce justo cuando el Gobierno autonómico negocia el traspaso de las competencias en costas con el Ejecutivo estatal y tras unas declaraciones públicas del presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en las que pedía "una unidad cada vez más cerca" de ambos entes portuarios.
Tanto CEOE Tenerife, como los representantes autonómicos de Coalición Canaria han manifestado su desconcierto ante esta posible fusión.
En concreto, la diputada autonómica Rosa Dávila, de Coalición Canaria, ha señalado que “podríamos estar ante una OPA hostil de la Autoridad Portuaria de Las Palmas para hacerse con la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife” y ha afirmado que exigirán explicaciones en el Parlamento de Canarias, al tiempo que señalaba el rechazo de la formación autonomista al proyecto.
Las dos Autoridades Portuarias gestionan diversos enclaves. En el caso de la de Las Palmas, su gestión se extiende, además de al recinto de la capital, a las dársenas de Arinaga, Arrecife, Puerto del Rosario y Salinetas. Al tiempo, la Autoridad Portuaria de Tenerife es responsable del funcionamiento de los puertos de Santa Cruz de Tenerife, de Los Cristianos, de Santa Cruz de La Palma, de San Sebastián de La Gomera, de La Estaca y de Granadilla.
La cuestión sobre la integración de los dos entes plantea una discusión entre, por un lado, los beneficios que podría aportar la integración en cuanto a costes y gestión, así como, por otro, la necesidad de contar con entidades descentralizadas que permitan adaptar su funcionamiento a las necesidades concretas de cada territorio.