En el marco de su reestructuración para centrarse en el negocio del transporte y la logística, Maersk ha vendido su participación en la empresa energética francesa Total. La operación, cerrada a través de su filial Oil Trading and Investments, está en línea con la reciente con el proceso de escisión de su división Maersk Drilling, especializada en plataformas petrolíferas.
En concreto, el grupo se ha desprendido de 17.272.593 acciones, por las que obtendrá unos 884 millones de euros aproximadamente, equivalentes a un precio de unos 51,18 euros por cada una de las participaciones.
La venta, que ha sido coordinada por Barclays Bank y Citigroup Global Markets, se completará el día 22 de marzo. La naviera se había convertido en accionista de Total en el año 2018, cuando se completó la venta de la división Maersk Oil por 7.450 millones de dólares (6.562 millones de euros) y se hizo con un 3,75% del accionariado como parte del pago.
Ahora, esta participación residual en la compañía petrolífera será distribuida entre sus accionistas. Con esta operación, el grupo danés da un paso más en su transformación en un integrador global de servicios logísticos, que pretende completar en un plazo de unos cinco años.