Maersk Line mantiene actualmente conversaciones con astilleros asiáticos para el encargo de 10 mega-portacontenedores que tendrían una capacidad media de 20.000 TEUs, y que supondrían una inversión de la naviera de más de 1.300 millones de euros, según recoge The Wall Street Journal.
Si bien desde el operador han declinado hacer comentarios al respecto, el pasado mes de noviembre señalaron su intención de encargar nuevos megabuques en el primer semestre del presente 2015, por lo que todo parece indicar que la compañía apostará por recuperar el reinado en los mares después de que, primero el CSCL Globe en diciembre, y posteriormente el MSC Oscar en enero de este año, destronaran a los Triple-E como los portacontenedores más grandes del mundo.
No obstante, a pesar de la capacidad de 19.100 TEUs del buque de China Shipping Container Lines, superado en 124 TEUs por el buque más grande del operador MSC, Maersk Line continúa siendo la naviera que más contenedores ha cargado en un navío, un total de 18.168 TEUs, récord que ha establecido recientemente en la Terminal de APM en el puerto de Algeciras.
Y es que, según las cuentas manejadas por Maersk Line, ante el crecimiento previsto de la demanda del 5% en los próximos años, los megabuques con capacidad similar al Triple-E, completamente cargados, reducirían en un 25% el coste de mover un contenedor entre Asia y Europa con respecto a los buques más pequeños de su propia flota.
Además, teniendo en cuenta que la Alianza 2M, formada por Maersk y MSC, copa el 31% de la capacidad actual ofertada en las rutas entre estos dos continentes, a las que irían destinados con total probabilidad los nuevos barcos, la nueva inversión en buques más grandes que permitan una navegación lenta con la que conseguir los beneficios de las economías de escala estaría justificada ante las reglas actuales del mercado.