Lufthansa invertirá 1.500 millones de euros en la compra de la mayor parte de Air Berlin, que dejará de operar el 28 de octubre de 2017 tras declararse insolvente en el mes de agosto y lograr un crédito puente del gobierno alemán para continuar en activo durante tres meses.
En concreto, el operador alemán adquirirá más de 81 aviones de una flota total de 144, y contratará a 3.000 empleados de la aerolínea, que el domingo 15 de octubre ha puesto fin a sus vuelos de largo alcance y el 28 hará lo mismo con el resto de sus operaciones, tras casi cuatro décadas en activo.
Mientras Lufthansa, limitado por las leyes antimonopolio, ha mostrado desde el principio su interés en los aviones de largo radio de la compañía, su filial regional LGW y la filial austriaca Niki, la aerolína low-cost EasyJet presentó una oferta por entre 27 y 30 aviones.
No obstante, desde Ryanair han acusado al gobierno alemán de participar en "una conspiración evidente" para que la primera aerolínea alemana adquiriera activos de su rival y segunda aerolínea del país, excluyendo a los principales competidores e ignorando la normativa de ayudas estatales.
La operación, denunciada ante la Comisión Europea, está siendo analizada por Bruselas, que dispone de un plazo de hasta dos mesespara evaluar la conformidad de este apoyo público con las normas europeas.
En España, Air Berlin ha designado a Pluta, especializada en la reestructuración y gestión de insolvencias empresariales, para gestionar ordenadamente todo el proceso de compra e implementar las decisiones que se vayan adoptando entre la Administración social y concursal, diferenciando entre la normativa alemana o española a aplicar en cada caso.