Los transportistas de la región confían en "no ser los únicos en pagar esta factura". El sector del transporte por carretera de La Rioja "soportará el sobrecoste" del desvío obligatorio de camiones de la N-232 a la AP-68 para lograr mejorar la seguridad vial. Así lo han indicado desde la Asociación de Transporte de La Rioja, Atradis, que ha realizado un informe sobre el impacto que tendrá esta medida a partir del 1 de diciembre en el transporte de mercancías. Desde Atradis, han rechazado "la imposición" de que este tipo de vehículos tenga que circular obligatoriamente por la autopista. Así, aunque reconocen que este desvío "tiene aspectos positivos para la sociedad", confían en "no ser los únicos en pagar esta factura", ya que el sector sigue afectado por la crisis y los problemas derivados del dumping social. La Asociación ha realizado una prueba con un vehículo cargado con 24 toneladas que ha recorrido el tramo entre la localidad navarra de Tudela y la alavesa de Zambrana por ambas vías, teniendo como origen y destino Logroño. A partir de este estudio, entienden que "la única causa" de la medida es la seguridad vial, ya que puede contribuir a reducir el número de accidentes. También supondrá una reducción diaria de 25 toneladas de en vertidos de CO2, por lo que disminuirá significativamente la contaminación atmosférica. Además, aseguran que los vehículos en tránsito que no realizan operaciones de carga y descarga podrán compensar el sobrecoste con el ahorro de combustible, frenos y desgaste general, pero el transporte riojano que sí realiza este tipo de operaciones tendrá que recorrer más kilómetros para llegar a los accesos a la AP-68. Por tanto, esta obligación es para Atradis "otra cortapisa para el desarrollo de la actividad profesional del transporte por carretera", que limita la libertad que hasta ahora tenían los operadorespara organizar y programar su trabajo.