El Departamento de Mercancías del Comité Madrileño de Transporte por Carretera ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid que modifique de forma urgente el calendario de renovación de flotas de distribución urbana previsto en la Ordenanza de Movilidad Sostenible.
Esta normativa prevé que, a partir del 1 de enero de 2023 no puedan acceder al Distrito Centro los vehículos de transporte ligero con distintivo B, ni los pesados sin distintivo, lo que representa aproximadamente el 60% de la flota actual.
Esta medida tan restrictiva acarreará problemas de abastecimiento en todo el centro de Madrid, al haber sido discriminado el sector del transporte respecto al resto de comerciantes de la zona, a los que el consistorio equiparó a los vecinos en cuanto al régimen de accesos.
El Ayuntamiento no tiene en cuenta que el sector está atravesando por momentos de "enorme dificultad económica" por la subida de los combustibles, lo que imposibilita que puedan renovar su flota, cifrada en 900 millones, para cumplir con el calendario establecido.
A ello se suman los importantes retrasos de los concesionarios de camiones y furgonetas en la entrega de los vehículos adquiridos, con plazos de espera que en algunos casos superan el año.
La situación del sector de las mudanzas resulta más crítica si cabe, con un 80% de vehículos afectados, pues realizan escasos kilómetros con recorridos muy cortos y están estacionados la mayor parte de la jornada. En este caso, al precisar de una autorización de ocupación de la vía pública, deberían excepcionarse del régimen general.
Además, según los horarios de acceso al centro establecidos, la actividad debe concentrarse en horario de mañana, aunque es cuando más desplazamientos realizan los ciudadanos, con el consiguiente aumento de atascos y saturación de plazas de carga y descarga. Por ello, se solicita que estos horarios sean más escalonados y se permita el reparto por la tarde.
Abiertos al diálogo
El actual equipo de Gobierno municipal se mostró muy crítico con Madrid Central, pero según denuncia el Comité Madrileño de Transporte por Carretera, la regulación del transporte de mercancías ha quedado prácticamente igual, a pesar de los acontecimientos ocurridos desde entonces.
Una prueba más del "agravio y acoso" a la actividad de reparto y distribución es, dicen, "la indiscriminada actuación sancionadora" que están sufriendo los transportistas diariamente en la Plaza Elíptica y alrededores, imposibilitándoles la entrada y salida a la ciudad por una de sus arterias principales, como es la A-42.
El Comité Madrileño sigue abierto al diálogo y no pierde la esperanza en que se puedan implementar mejoras para que el sector pueda seguir prestando su servicio público a la ciudadanía.