Tras la publicación en el BOE de la reforma de la Ley de Seguridad Vial, Fenadismer ha querido recordar que finalmente los camiones estarán exentos hasta el año 2024 de llevar obligatoriamente instalado un alcoholímetro antiarranque, que impide iniciar la marcha si el conductor supera los índices de alcohol permitidos.
Aunque durante la tramitación, se había barajado esta medida para los camiones de más de 3,5 toneladas, la instalación del alcolock finalmente solo será obligatoria para los nuevos autobuses matriculados a partir de julio de 2022.
Desde la Federación, habían manifestado sus reservas ante la posible introducción, porque aunque la medida contribuiría a mejorar la seguridad vial, su aplicación exclusivamente en el segmento de los camiones y no de los turismos podría transmitir la imagen a la sociedad de que el sector del transporte profesional presenta peores índices relativos a la conducción bajo los efectos del alcohol, cuando es precisamente todo lo contrario.
Es más, conforme a los datos que maneja la Dirección General de Tráfico, en más del 10% de los accidentes con víctimas y en más del 20% de los accidentes mortales en los últimos tres años el alcohol se ha considerado un factor concurrente, pero el porcentaje de conductores implicados que dieron positivo en alcoholemia fue sensiblemente superior en el caso de los conductores particulares.
En concreto, el 10% de los conductores particulares implicados en un accidente de tráfico dieron positivo de alcoholemia, elevándose al 12% en el caso de las motocicletas, lo que contrasta con el 2% de casos positivos entre los conductores profesionales de camiones de más de 3,5 toneladas.
No obstante, el sistema sí será obligatorio para los camiones en 2024, conforme a lo previsto en la Reglamentación europea sobre homologación de vehículos, fecha en la que se incluirá previsiblemente a los vehículos particulares.