Dice una de las zarzuelas más famosas que "las ciencias adelantan que es una barbaridad". Adelantos que, además, suele utilizar el ingenio para dedicarlos a otros fines diferentes de los inicialmente previstos.
Esta misma semana, Emov ha dado cuenta del proyecto piloto que quiere lanzar en Madrid, en las próximas semanas para poner a disposición de sus usuarios cinco Citroën Berlingo eléctricos para poder realizar mudanzas por las calles de la capital.
De igual modo, la empresa de movilidad compartida del Grupo PSA pretende ampliar este servicio antes del verano, para dar respuesta a una demanda que, según estiman, solo puede crecer, ya que tiene en cuenta a todos los clientes que tengan necesidad de transportar algún bien.
Pero, además de al propio sector de las mudanzas, este servicio podría afectar también al reparto de paquetería de última milla, donde se podrían ver nuevos actores que aprovecharían la oferta de furgonetas para estar en disposición de ofrecer otros servicios de distribución sin tener que contar con el lastre que implica la propiedad de un vehículo para usos profesionales, aunque, en principio, el servicio solo tendría cobertura legal para el transporte de mercancías propias.