El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia ha dictado la disolución de las sociedades del Grupo Llácer y Navarro, además del cese de José Llácer como administrador de la empresa, que ya se encontraba en fase de liquidación por la deuda que arrastraba.
El operador valenciano había entrado en concurso de acreedores en 2012, pero logró un acuerdo en 2014 para refinanciar su deuda, actualmente en manos de un fondo de Luxemburgo. Sus múltiples esfuerzos, sin embargo, no han bastado para remontar el vuelo y se ha visto obligado a paralizar su actividad hace algunas semanas, según recoge el diario Levante.
Tras más de 40 años al servicio de sus clientes, se había convertido en una de las principales empresas de transporte de frutas y hortalizas en España, con una facturación superior a los 100 millones de euros anuales.
No obstante, el desequilibrio que ha supuesto para el operador el plan de amortización de su deuda no le ha permitido hacer frente a los pagos a los que se había comprometido, a pesar de haber logrado una quita del 50% que reducía a unos 20 millones la cantidad a abonar.
El acuerdo suponía el pago del 10% el primer año, del 15% el segundo, del 20% el tercero, del 25% el cuarto y del 30% el último. En el primer ejercicio tras superar el concurso fue capaz de obtener beneficios, e incluso había abierto nuevas instalaciones en los últimos años e incorporado nuevos vehículos a su flota, pero finalmente, su situación financiera no le ha permitido seguir adelante.