LDLines ha presentado el preaviso de cierre con la anticipación preceptiva para la linea Gijón-Nantes, mientras espera la decisión por parte del Ministerio de Fomento de prorrogar las subvenciones para dicha ruta durante un año más, según recoge elcomercio.es.
La naviera continúa operando esta línea pero no oferta salidas a partir de finales de septiembre, cuando finaliza el plazo de las ayudas públicas.
A pesar de que LDLines preveía pérdidas de hasta cuatro millones de euros por año cuando se hizo cargo de esta autopista del mar, se optó por afrontarlas, con ayuda de las subvenciones que recibiría durante los cuatro ejercicios posteriores, con el fin de afianzar un mercado de transporte intermodal que fuese rentable a largo plazo.
Esta idea se fundamentaba en que la intermodalidad sería impulsada por el aumento del gravamen al transporte por carretera en la utilización de infraestructuras, así como por la aplicación del llamado ecobono, por el que se aportarían bonificaciones a los camioneros que utilizasen el barco para realizar parte de sus trayectos.
Pero las previsiones no contaban con la caída tan pronunciada de las importaciones que sufriría la economía española, convirtiendo a la autopista del mar Gijón-Nantes en deficitaria debido a que los altos índices de ocupación sólo se producen en sentido a Francia, siendo escasos los flujos inversos.
La versatilidad de los buques ro-pax
Cabe destacar que las posibilidades que ofrece esta autopista del mar son adecuadas con las directrices de la Unión Europea para descongestionar el tráfico por carretera apoyando el transporte intermodal, ya que los barcos que la naviera tiene en servicio en esta línea son ro-pax, por lo que suponen un complemento al tráfico turístico.
Estos barcos tienen un coste de explotación superior al de los ro-ro puro, es decir, los de carga no acompañada, debido a la pérdida de espacio para la carga que los camarotes implican y a los estabilizadores de los que disponen para hacer más soportable la navegación.