La naviera LD Lines, accionista mayoritario de GLD Atlantique, con el 87% de las acciones de la concesionaria de la línea Gijón Saint Nazare subvencionada durante los tres últimos años, ha cedido finalmente, al permitir desbloquear la suspensión en la que se encontraba el servicio desde hacía ocho meses.
LD Lines decidió suspender el servicio de la Autopista del Mar entre los puertos de Gijón y Saint Nazare, al considerar que sería imposible rentabilizar la línea una vez que desaparecieran las subvenciones.
Con esta renuncia, se despeja el camino para que una segunda naviera pueda hacerse cargo del servicio y reanudar la conexión marítima, tantas veces demandada por los transportistas afectados por la suspensión del servicio el 18 de septiembre del 2014.
Sin embargo, hasta el momento sólo se ha presentado un proyecto concreto para reactivar la línea con las mismas características iniciales de destinarla al transporte de carga acompañada, además de pasajeros y vehículos turismo.
Por otro lado, está la naviera Brittany Ferries, que ha mostrado un cierto interés sobre la posibilidad de restablecer el servicio, pero que no ha presentado ninguna oferta en concreto. También Grimaldi fué sondeada en un primer momento, pero declinó la propuesta. De hecho el presidente y un directivo de Brittany participaron en la última reunión para reflotar la línea, que tuvo lugar en Francia recientemente.
Reunión por vídeo conferencia
A este respecto, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, y el director general de transportes de Francia, Thierry Gimbaud, han mantenido este pasado martes una reunión por videoconferencia con la autopista del mar entre los puertos de Gijón y Saint Nazaire de telón de fondo.
Aunque no ha trascendido lo tratado, ambas partes estaban negociando un posición común sobre la autopista del mar, que se daría a conocer próximamente.
Además, la Comisión ha propuesto llevar a cabo antes del verano una convocatoria a la que se podrá presentar cualquier naviera interesada en reanudar el servicio, estando aún por definir las condiciones en las que la nueva naviera deberá prestar el servicio y las posibles ayudas que, en su caso, podría recibir.