La inestabilidad e incertidumbre causadas por la invasión rusa de Ucrania han incrementado las presiones inflacionistas y las tensiones en las cadenas de suministro durante el mes de marzo, con lo que se ha producido una caída de las carteras de pedidos en el sector industrial español por primera vez en catorce meses y a un nuevo aumento en las presiones de los costes.
Pese a ello, el sector manufacturero del país ha seguido expandiéndose a un ritmo decente en marzo, aunque la confianza en el futuro se ha situado en su nivel más bajo desde mayo de 2020, según los últimos datos del índice PMI
El indicador refleja que el estallido de la guerra en Ucrania a fines de febrero ha exacerbado la presión en las cadenas de suministro y ha aumentado las presiones inflacionistas que se han reflejado en una contracción de la demanda y una pérdida de confianza.
Así pues, en un contexto cada vez más complejo y a pesar de la caída de los nuevos pedidos, las cargas de trabajo subyacentes han seguido siendo suficientes para apoyar la producción y el empleo en el mes, que ha registrado un crecimiento sostenido, aunque modesto, toda vez que ha anotado su dato más débil en trece meses de expansión.
Sin embargo, los pedidos pendientes han vuelto a crecer durante el período, aunque, en consonancia con las tendencias de otros índices, su ritmo de crecimiento ha sido marginal.
Se deterioran los plazos de entrega
Los desafíos de las cadenas de suministro y los persistentes retrasos en la entrega de productos comprados permanecen como un factor que conduce a unas mayores cargas de trabajo y, en general, los plazos medios de entrega se han deteriorado con fuerza.
Así mismo, el paro patronal en el transporte ha venido a sumarse a las dificultades existentes en las entregas, tanto de insumos como de productos terminados, con lo que, debido al nivel inesperadamente bajo de ventas en marzo, los stocks de productos terminados han acabado el es creciendo ligeramente por segunda vez en los últimos tres meses.
Además, por último, las presiones de los costes se mantienen fuertes, ya que la escasez generalizada de productos, junto con el incremento en los precios de la energía, ha provocado que los costes delos abastecimientos crezcan a su mayor ritmo desde noviembre del año pasado, provocando que los precios para cliente final también se hayan incrementado con fuerza en marzo.