El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, sobre las tasas efectivas del carbono determina que solamente un 12% de las emisiones de CO2 son gravadascon un nivel de impuestos que compensa el daño climático que producen.
Los daños climáticos resultantes de la emisión de una tonelada de dióxido de carbono ascienden a unos 30 euros, pero el 13% de las emisiones están sujetas a una tasa inferior a cinco euros y la del 29% se sitúa entre los cinco y los 30 euros por tonelada. El 46% de las emisiones ni siquiera tiene fijado un precio.
En el transporte por carretera, que supone el 16% del total de emisiones de los países de la OCDE y el G-20, el 97% tiene fijado un precio superior a los 30 euros para el 57%. En cambio, las tasas efectivas sobre el carbono son especialmente bajas en los sectores no relacionados con el transporte por carretera.
Así, en el sector eléctrico, dos tercios de las emisiones cuentan con una tasa sobre el carbón positiva, mientras que en el industrial, solamente un 2% tienen fijado un precio superior a los 30 euros. En el sector comercial y residencial, un 78% no están gravadas, y solo un 6% supera ese nivel mínimo.
La diferencia actual entre los precios fijados y el coste de las emisiones "es inaceptable" para la Organización, que considera que los impuestos actuales son demasiado bajospara tener un impacto significativo contra el calentamiento global.
Al ritmo actual, hasta 2095 no se lograría cerrar la brecha del precio del carbono, que refleja en qué medida las tasas se sitúan por debajo de ese mínimo.