El lunes 3 de diciembre, los Estados Miembros se reunirán en Bruselas para aprobar el polémico Paquete Europeo de la Carretera, que supone una revisión a fondo de las normas comunitarias por las que se rige el sector del transporte.
Tras largos debates al respecto, la Comisión y el Consejo Europeo están empezando a impacientarse, y parece que cerrar el acuerdo es lo único que importa. Así lo explican desde la Federación Europea de Trabajadores del Transporte, ETF, conscientes de que la nueva regulación tendrá un gran impacto en las condiciones laborales y la calidad de vida de los tres millones de conductores profesionales de la Unión Europea.
Para empezar, se enfrentan a más días seguidos de trabajo con menos descansos entre ellos, algo que no solamente supone un problema para los propios trabajadores, sino también para el resto de usuarios de la carretera.
Menor tiempo de descanso
Con la normativa actual, disponen de tres días libres cada dos semanas de conducción, pero la propuesta presentada propone una mayor flexibilidad en este sentido. Lo que se pretende firmar, según ETF, reduciría a dos los días de descanso, que se disfrutarían únicamente cada tres semanas.
Desde la ETF, denuncian que ni siquiera se ha evaluado el impacto de conducir en estas condiciones y con un régimen tan restrictivo. De hecho, el último estudio sobre la fatiga de los conductores en Europa fue presentado por la Organización Internacional del Trabajo en 2004 y las conclusiones presentadas fueron alarmantes.
De acuerdo con las estadísticas que maneja la Comisión Europea, el 14% de los accidentes de tráfico involucran a vehículos industriales, que son también responsables del 42% de los accidentes con peatones.
En 2015, más de 600 personas murieron en accidentes en los que se vieron envueltos autobuses y camiones. Por ello, la Federación se pregunta si realmente Europa necesita conductores más cansados en sus carreteras, que podrían poner en peligro la seguridad vial.
La Comisión Europea se ha fijado el ambicioso objetivo de reducir a la mitad el número de muertes en carretera para 2020. También en marzo de 2017 los ministros europeos de Transporte firmaron la Declaración de La Valeta para aumentar la seguridad en las carreteras.
Sin embargo, la normativa que pretenden implantar parece olvidar todos estos objetivos. Bien es cierto que incluye medidas para facilitar la vuelta a casa a los conductores extranjeros, pero solamente si aceptan dormir en sus camiones durante tres semanas en lugar de dos, y teniendo en cuenta que la definición de 'casa' para los ministros hace referencia al país en que está localizado el operador.
Descanso en cabina y salarios justos
En lo que se refiere al descanso en el vehículo, ha sido prohibido por el Tribunal Europeo de Justicia en diciembre de 2017, pero para los operadores resulta complicado asumir los costes de esta medida. Por lo tanto, en la normativa que se aprobará el 3 de diciembre, se propone que puedan realizar su descanso semanal en cabina.
Respecto al salario, una correcta aplicación de la normativa laboral europea protegería a los conductores de las discriminaciones salariales en función de la nacionalidades. Los trabajadores recibirían un salario acorde al país en el que recogen y entregan su vehículo, independientemente de su procedencia.
En cambio, los Estados Miembros quieren acordar una larga lista de exenciones a esta normativa y unas medidas muy pobres para controlar su cumplimiento. Con ellas, el sector sufre el riesgo de no llegar a recibir nunca un salario justo.
Desde la Federación, exigen que se mantenga la regulación actual de tiempos de conducción y descanso, que se prohíba el descanso semanal en cabina definitivamente y se determinen unos criterios específicos para los conductores que deben pasar su descanso semanal fuera de su domicilio.