El observatorio Focus de la plataforma de asistencia Asitur señala que los servicios de asistencia en carretera han experimentado un incremento del 7% en el último año, debido a un mayor número de desplazamientos, mejores condiciones climatológicas y un parque de automóviles envejecido.
Por otro lado, la Dirección General de Tráfico también ha evaluado que los desplazamientos en Semana Santa han aumentado un 3,85% respecto al año anterior, lo que ha contribuido al aumento de las averías en un 1,4%, mientras que los accidentes han disminuido un 15%.
Unos datos que contrastan con los recabados desde la Alianza de Auxilio en Carretera donde se denota que la rentabilidad económica de este periodo punta de trabajo ha caído un 24% respecto a la campaña de 2022.
Ello se debe principalmente al mayor incremento en los costes de combustibles y laborales, que no pueden ser trasladados a usuarios ni a los intermediarios, quienes no terminan de equilibrar sus tarifas al incremento de costes sufridos desde el fin de las restricciones derivadas de las medidas gubernamentales adoptadas ante la COVID-19.
Por otro lado, y según señala Fenadismer, las empresas de auxilio en carretera no consiguen rentabilizar el incremento de servicios cuyos beneficios van a parar a intermediarioscomo compañías aseguradoras, plataformas de asistencia y autoclubes automovilísticos, mientras las pérdidas se consolidan en el sector de auxilio.
Esta situación de crisis afecta a la viabilidad de estos servicios esenciales, advirtiendo desde la Alianza que muchas empresas de auxilio se están planteando no renovar flota este ejercicio en tanto los incrementos de tarifa no llegan y los precios de los vehículos y de todo tipo de insumos están al alza.
Esta situación sostenida en el tiempo ocasionaría bajo su punto de vista un grave retroceso en la calidad de los servicios de auxilio, haciendo bajar a España del ranking europeo de seguridad vial.