La cruenta invasión de Ucrania por el Ejército ruso ya tiene profudos efectos económicos que se extienden a las cadenas de suministro globales.
En este sentido, Maersk que se está empezando a notar el impacto de esta crisis bélica en el este de Europa en los flujos internacionales de mercancías, hasta el punto de que se están produciendo retrasos y detenciones de carga por parte de autoridades aduaneras en varios centros de transbordo.
Según el grupo naviero danés estas alteraciones en los envíos generan en general "impactos operativos impredecibles".
Ante la situación, la naviera nórdicaha anunciado que suspende todos los servicios con origen y destino en Rusia, tanto marítimos como ferroviarios, salvo para el transporte de productos alimentarios, medicamentos y ayuda humanitaria.
En esta misma línea, CMA-CGM tampoco ofrece servicio con los puertos rusos, ni tampoco desde ellos desde este 1 de marzo, mientras mantiene una monitorización continua de la situación para garantizar el funcionamiento de las cadenas de suministro en las que ofrece servicio.
Al tiempo, MSC, por su parte, también ha decidido cesar sus conexiones con Rusia desde este 1 de marzo, con afectaciones en servicios en el Báltico, el Mar Negro y la costa del país en el Pacífico, salvo, como en el caso de Maersk, para alimentos, medicamentos y ayuda humanitaria.
En todos los casos se han establecido regímenes transitorios para los servicios ya en marcha, con el fin de minimizar el impacto de la situación en los clientes, dentro del marco de sanciones internacionales contra Rusia.