Las últimas huelgas en puertos de Asia, Europa y Estados Unidos suponen toda una amenaza para los cargadores, precisamente en la temporada alta.
La semana pasada se vivió una breve huelga de advertencia en el puerto de Hamburgo, la primera en el principal puerto de Alemania en más de tres décadas, que fue secundada en Bremerhaven, Wilhelmshaven y Emden, en plenas negociaciones sobre los salarios del sector de la estiba. Todo ello se produce, además, en un momento de gran congestión portuaria.
En cuanto a Asia, la huelga de ocho días de los transportistas de Corea del Sur ha llegado a su fin este martes tras una reunión con el Ministerio de Transportes en la que se ha alcanzado un principio de acuerdo, que pone fin a un paro que ha generado pérdidas de cientos de millones de dólares.
Respecto a la costa oeste de Estados Unidos, para alivio de los cargadores, la patronal y los estibadores, que se encuentran negociando desde mayo, están dispuestos a llegar a un acuerdo para un nuevo convenio.
En este sentido, a día de hoy no está prevista ningún tipo de huelga o cierre, lo que únicamente empeoraría los problemas actuales de la cadena de suministro.