Estudio sobre las emisiones derivadas del consumo de carburantes en Españaelaborado por el Comité Nacional de Competencia que puede descargarse en este enlace (disponible en formato pdf, de 24 páginas, y 668 Kb).
Las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte por carretera han ido descendiendo de forma progresiva desde 2007 y se situaron en 2012 en niveles similares a los de los años 1999 y 2000, según se aprecia en un estudio sobre este ámbito realizado por la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Este descenso empezó a producirse por primera vez en 2007 y responde, según el regulador, a la caída en el consumo de gasolina y gasóleo, a la incorporación del uso de biocarburantes y a la mayor eficiencia de los vehículos nuevos con menores emisiones.
La CNE también constata que las emisiones de gases precursores del ozono troposférico se redujeron drásticamente desde los años noventa gracias a la instalación de catalizadores en los vehículos y de sensores que miden la riqueza de la combustión.
Estos aparatos permitieron reducir notablemente las emisiones de CO (monóxido de carbono) y de NOx (óxidos de nitrógeno), al tiempo que la prohibición de la venta de gasolina con plomo en España desde 2001 ha favorecido la reducción de los COVNM (compuestos orgánicos volátiles no metánicos).
El regulador también indica que los gases contaminantes acidificantes se han reducido igualmente, sobre todo el SO2 (dióxido de azufre), gracias a la mejora de la calidad de los carburantes y las limitaciones de contenidos en azufre en gasolinas y gasóleos desde 2009.
En 2012, prácticamente se erradicaron de las emisiones ligadas al transporte, después de que la evolución de las emisiones de SO2 cayeron a un ritmo "vertiginoso" anual del 25% a partir de mediados de los años noventa.
La eliminación de este agente se logró gracias a la mejora de la calidad de los carburantes, que limita su contenido en azufre, y que desaparece de gasolinas y gasóleos desde 2009.
La CNE también indica en su informe que el transporte por carretera supone el 32% de la energía final total consumida en España y que, a pesar de la creciente penetración de biocarburantes en los últimos años, los productos petrolíferos continúan pesando más del 80% sobre la energía consumida en esta actividad.
Por último,el transporte por carretera es el responsable del 22,4% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en España, señala el regulador en su informe.