Mientras tanto el gobierno de Aragón acaba de presentar el proyecto para convertir la zona del Cinca Medio, Somontano de Barbastro y La Litera en la segunda área logística más importante de la Comunidad Autónoma de Aragón, después de PlaZa. En una presentación realizada para recabar el apoyo de empresarios e instituciones de la zona, la iniciativa llega en un momento especialmente difícil para las áreas de Fraga, Huesca y Teruel que tienen dificultades para despegar así como la de Zaragoza, que también nota la crisis, y busca nuevas fórmulas de negocio
El gobierno regional presentará el primer proyecto en noviembre, con el fin de seguir trabajando con los grupos creados para desarrollar este área logística e incluye una gran área dotada con las necesarias infraestructuras, como la estación intermodal de Monzón. En ese sentido, se contempla la creación de un ramal ferroviario que uniría el polígono de La Armentera de Monzón con el del Valle del Cinca de Barbastro.
Los millones de euros de dinero público invertido en estos años pasados, en los que desde el gobierno regional aragonés se presentaba a las plataformas logísticas, con PlaZa como punta de lanza, como ejemplo del futuro económico de la región, no han cumplido las esperanzas depositadas en una gestión sobre la que, a tenor de la enorme deuda generada, se levanta una sombra de duda.
El ejemplo de PlaZa
PlaZa, la “mayor plataforma logística de Europa” con una superficie de 1.300 hectáreas en la que el gobierno regional es el accionista mayoritario, es el ejemplo de lo que se consigue a base de inyectar dinero público, aderezado con una gestión, que como poco se podría calificar de inadecuada, con el resultado de una deuda de envergadura y el 25% de suelo aún disponible.
Con unas pérdidas acumuladas en los tres últimos años de más de 24 millones de euros, este año se prevé terminar en números rojos, con un balance de explotación negativo de 9 millones más. A este balance habrá que añadir, no obstante, unas pérdidas añadidas de otros 10 millones de euros entre 2013 y 2015, según la auditoría realizada por el gobierno de Aragón.
Pero esto no es todo, ya que todavía hay que añadir, al balance negativo de la apuesta logística de Aragón, otros 50 millones de euros correspondientes a la sociedad PlaZa Desarrollos Logísticos, propiedad del gobierno regional. En total 93 millones de euros de deuda acumulada con el tesón de la obstinación en el despilfarro.
En esta situación, PlaZa ha tenido que renegociar recientemente dos veces su deuda con las entidades financieras, con el fin de conseguir la ampliación del plazo de devolución, ganando tiempo para poder atender el pago de las cuotas, antes de que tenga que hacerse cargo de la deuda el ejecutivo regional.
Son más de cien millones de euros los que la sociedad pública debe a los bancos. La auditoría del sector público autonómico encargada por el gobierno de Aragón hace menos de un año, estimó que la deuda financiera de PlaZa se elevará hasta los 128 millones de euros en 2013.
Tras la dimisión del anterior gerente, aún en la etapa socialista del anterior gobierno regional, ahora los nuevos responsables de PlaZa, con Jesús Andreu a la cabeza, confían en la nueva estrategia de comercialización conjunta de toda la oferta logística de la Comunidad, para incentivar la instalación de nuevas empresas. Un proceso que se ha visto ralentizado por la crisis y la menor actividad económica. Lo que ha venido a agravar la situación financiera insostenible de la sociedad que continúa dando pérdidas y en la que el gobierno regional es socio mayoritario.
Las dificultades de financiación hacen aún más difícil la ocupación de las parcelas libres y para las empresas ya instaladas en PlaZa, los planteamientos de posibles ampliaciones quedan en un segundo plano. No obstante hay varios procesos de negociación abiertos, sobre todo con empresas de otros países.
Huesca, Teruel y Fraga: suma y sigue
A la situación de PlaZa hay que añadir la de las otras tres plataformas logísticas de la región, que languidecen con unos resultados preocupantes.
La Plataforma Logística de Huesca PLHUS con seis empresas instaladas y una ocupación de menos del 20% de la superficie, que cuenta con el gobierno aragonés como accionista mayoritario, ha tenido unas pérdidas de dos millones y medio de euros entre 2008 y 2011. Situación que se agravará en 2012 con unas pérdidas previstas de 2,8 millones de euros, y unas previsiones de continuar en números rojos hasta 2015, sumando otros 2,6 millones de euros. Además el endeudamiento con entidades financieras suma otros 41 millones de euros.
La otra plataforma de la provincia de Huesca, localizada en Fraga, cuenta con una única empresa instalada. El ayuntamiento ofrece ventajas fiscales a las empresas que quieran implantarse y ha solicitado al gobierno regional que estudie flexibilizar precios, en función de las necesidades de las empresas.
En cuanto a Platea en Teruel, el objetivo es aumentar el número de empresas ubicadas, para lo que se está estudiando la reducción del número de metros mínimos para la venta de parcelas, de los 4.000 m² actuales exigidos a sólo 1.000 m², algo que pidieron los empresarios de Teruel, así como una reducción en los precios del metro cuadrado, que ahora se sitúa en una media de 50 euros.
Los resultados obtenidos por la entusiasta apuesta de las autoridades regionales por las plataformas logísticas no parece que hayan servido de lección. Con la escenificación del lanzamiento del proyecto para “convertir la zona del Cinca Medio, Somontano de Barbastro y La Litera en la segunda área logística más importante de la Comunidad Autónoma de Aragón” no se hace sino ahondar en el error de agrandar la oferta en un mercado abúlico, que no conseguirá sino aumentar una deuda, que lo va a seguir hacieno en los próximos años y que tiene los orígenes en una errónea política, que ha pretendido fomentar el desarrollo regional a costa del hasta hace bien poco, abundante dinero público, del que parecía que no había que dar cuentas a nadie.