El Ministerio de Fomento ha recibido la petición de varias comunidades autónomas para que obligue al transporte de mercancías a circular por las autopistas en lugar de por las carreteras nacionales y autovías, a cambio de una bonificación en el precio del peaje.
De esta forma, varios gobiernos regionales pretenden que tenga carácter obligatorio el plan de incentivos para que los vehículos pesados se desvíen hacía vías de pago, el cual se puso en marcha de forma voluntaria y experimental en el verano de 2015 y que el departamento que dirige De la Serna pretende volver a lanzar.
El ministro ha recibido estas peticiones en la ronda de contactos que está manteniendo con los presidentes regionales y consejeros de Fomento de las distintas comunidades autónomas. Así, otros gobiernos regionales estarían interesados en implantar medidas como la que ya está en marcha en un tramo de la AP-7 de Cataluña y la que también analiza La Rioja, concerniente a la N-232 y la AP-68.
El ministro habría planteado a los dirigentes autonómicos que, en ese caso, los gobiernos regionales tendrían que contribuir con Fomento a subvencionar la bonificación del peaje de los transportistas.
De su lado, los transportistas rechazan que la medida tenga carácter obligatorio. De hecho, la obligatoriedad constituyó el principal escollo de la negociación que los transportistas y Fomento mantuvieron para lanzar el plan de desvío a autopistas de 2015, que finalmente tuvo carácter voluntario.
CETM considera "injusto y discriminatorio" obligar a los conductores profesionales a circular por una carretera de pago, y señala que el transporte de mercancías por carretera es un sector generador de riqueza y empleo y uno de los que mayores cargas fiscales y sociales soporta.