Diversas asociaciones europeas representantes de todos los sectores de transporte han firmado recientemente un manifiesto en el que, aprovechando el Consejo de Transportes de la Unión Europea que se celebrará esta semana, solicitan que en el mismo se revise la forma en que la se está abordando el plan de financiación de infraestructuras, ante la preocupación que ha despertado el nuevo Fondo Europeo de Inversión Estratégica (EFSI), conocido como Plan Juncker.
En este sentido, como ya señalaron desde la Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO), una de las organizaciones que firman ahora la carta, las asociaciones indican que el Plan Juncker podría afectar negativamente a la financiación del transporte europeo.
El principal problema es que en el nuevo fondo de garantía de 8.000 millones de euros, que se creará para el paquete de 300.000 millones de euros público-privados que recoge la iniciativa, la Comisión destinará 2.700 millones del mecanismo Conectar Europa (CEF), lo que supone el 18,1% del presupuesto destinado a subvenciones de países no pertenecientes a la cohesión.
Dado que el CEF está destinado en su totalidad al impulso del transporte, parte de la financiación con la que contaba la red transeuropea podría ser absorbida por otros sectores, ya que el Plan engloba en un mismo paquete el transporte, la energía, la economía digital, la educación y la salud.
Junto a ESPO, han mostrado su preocupación otros organismos como la asociación europea de navieros ECSA, la asociación del ferrocarril europeo UNIFE y la asociación europea de transporte de mercancías por ferrocarril ERFA, lo que pone de manifiesto que las posibles consecuencias de la estrategia no solo inquietan al sistema portuario.
A la búsqueda de soluciones alternativas
Así, según defienden las asociaciones, la reasignación de estos créditos pondrá en peligro muchos proyectos que han sido identificadas como prioridades de la Red Transeuropea de Transporte.
Del mismo modo, las oportunidades que ofrece el Plan tienen un claro potencial para beneficiar a los proyectos de infraestructura donde el tráfico es denso, en un segmento relativamente corto y altamente predecible.
Sin embargo, muchos proyectos de navegación del puerto, ferrocarril y las vías presentan características muy diferentes y, no obstante, son necesarios para construir una red de transporte europea eficiente, interconectada y sostenible.
Por tanto, aunque defienden que es acertado atraer a los inversores privados a estos proyectos, y en muchos casos la combinación de instrumentos financieros y subvenciones puede ser correcta, estas actuaciones sólo son posibles si el mecanismo Conectar Europa cuenta con los medios propios suficientes.
En definitiva, "para el buen desarrollo del sector europeo del transporte", la carta insta a todos los Ministerios de Transporte a reflexionar sobre la forma de evitar recortes al presupuesto CEF, así como que presenten soluciones alternativas al Consejo Europeo de primavera, con el fin de proporcionar una fondo de garantía con el crédito adecuado.