La Asociación Internacional del Transporte Aéreo, IATA, ha presentado objeciones ante la subida de tasas aeroportuarias, que entrará en vigor posiblemente el 1 de julio. Esta subida puede suponer un incremento de hasta un 50% en las tarifas en los aeropuertos de mayor tráfico, Barcelona y Madrid, y se elevaría un 30% las de otros aeródromos con volumen vinculado al tráfico turístico.
Así, lo ha indicado un comunicado de la Asociación de Líneas Aéreas ALA, que ha puntualizado que cuatro de cada cinco turistas internacionales que llegan a España lo hacen en avión, y que por ello, “la competitividad de los aeropuertos es fundamental para la sostenibilidad de la primera industria del país”.
Además, han señalado que la subida de las tasas aeroportuarias en 2011, junto con el alza prevista para este año, han alarmado a las compañías y a la patronal, de ahí que planteen al Parlamento español la equivalencia de los servicios prestados con sus costes y la traslación de éstos a los precios.
La patronal de transportes se ha mostrado preocupada por la posibilidad de que a esta subida se le sume otro crecimiento anual del IPC más puntos hasta 2015.
Por otro lado, ha indicado que aceptan la bajada de un 7,7% en las tasas de navegación aérea, ya que España es el cuarto país con las tarifas son más caras.
Los usuarios pagan la subida
Por otro lado, el comunicado ha planteado una cuestión a la Comisión Europea sobre si los usuarios deben pagar sólo por los servicios que reciben, allí donde los reciben. También se ha planteado la equivalencia de los servicios prestados con sus costes, y la traslación de éstos a los precios, en la propuesta que se hace al Parlamento Español, para su aprobación en los Presupuestos Generales del Estado
Del mismo modo, la patronal no aprueba la estabilización de las cuentas por mediación del incremento "desorbitado" de los precios ante la constatación de una caída de la demanda de proporciones significativas y ante el anuncio de que las aerolíneas europeas perderán 800 millones de euros este ejercicio.
"Parece un objetivo estético, para el escaparate, más que un objetivo saludable para un enfermo que debe seguir prestando grandes servicios a la economía del país".
La subida de tasas se traduce en un incremento en los billetes de los pasajeros, según han asegurado varias aerolíneas de low-cost. "La aerolínea hace una labor de intermediaria en este aspecto, se encarga de cobrar el dinero que recibe Aena de los clientes", han afirmado desde Vueling.
Por otro lado, en el debate de IATA también se ha reclamado mayor respaldo por parte de los Gobiernos a la industria aérea, tras la excesiva presión fiscal.
Desde la patronal han destacado su deseo de alcanzar un acuerdo común, frente a los tres grandes problemas que se plantean: el precio del combustible, la debilidad de la economía europea y el comercio de emisiones.