El Canal de Panamá sigue trabajando para asegurar el comercio marítimo internacional y mantener un tráfico eficiente y seguro, incluso ante las condiciones climáticas desfavorables que han causado varios problemas en el paso.
La prolongación de la estación seca en Centroamérica había obligado a la Autoridad del Canal de Panamá a adaptar sus operaciones para garantizar lo que considera un flujo competitivo de buques. A pesar de ello, los tiempos de espera para cruzarlo están aumentando.
Actualmente, hay un total de 135 buques en ambas entradas del canal, con algunos que acumulan retrasos de entre nueve y diez días debido a la alta demanda. El objetivo es mantener las colas por debajo de los 90 buques, aunque esta situación se ha dado en años anteriores.
El canal sigue siendo la principal ruta para el transporte de carga en buques portacontenedores desde Asia hacia la costa este de los Estados Unidos, con un 57,5% del total de carga, igual que en 2022. El segmento de portacontenedores apenas ha sido afectado por ajustes relacionados con la conservación del agua.
Durante los primeros nueve meses del año 2023, el 69,6% de los buques portacontenedores neopanamax tienen un calado menor a 44 pies, lo que les permite utilizar la vía. El costo de tránsito por el canal representa solo el 0,5% del valor de la carga en promedio, por lo que las medidas temporales no deberían tener un impacto significativo en los precios de las mercancías.
Para optimizar el uso del agua, se han implementado dos medidas diarias: se mantiene el calado en las esclusas panamax y se ajusta el número de tránsitos a 22, mientras que en las esclusas neopanamax, el calado máximo es de 44 pies y se permite el tránsito normal de 10 buques.