En virtud de la reforma ferroviaria aprobada el pasado año por el Gobierno, el transporte de viajeros en tren comenzará a abrirse a la competencia el 31 de julio de este año. No obstante, en un principio esta competencia comenzará con la explotación de los trenes turísticos que Renfe heredó de la extinta Feve como son el Transcantábrico, el Al Andalus y el Expreso de la Roda.
"La liberalización será un proceso muy progresivo, donde queremos que el operador público Renfe sea potente y competitivo, y que puedan entrar otros operadores, pero finalmente es el Gobierno el que determinará cuántos operadores podrá haber", explicó este jueves Pastor en declaraciones a la Cadena Ser.
Pastor ha asegurado que será el Gobierno quien determine el número de operadores que entrará a prestar servicio de tráfico de viajeros en tren en competencia con Renfe a través de “títulos habilitantes” que concederá.
Por lo tanto, la entrada de empresas privadas a explotar servicios AVE y Larga Distancia se abordará en una segunda fase, para la que no se ha determinado una fecha. Las empresas privadas tendrán que pujar por alguno de los "títulos habilitantes" que el Gobierno sacará a concurso a través de un proceso "público y competitivo".
Para una tercera fase de la liberalización, quedarían los trenes de Media Distancia convencional (regionales) y las Cercanías, las conexiones ferroviarias consideradas de servicio público.