Para ello, se utilizará el EZ-Flex, un vehículo eléctrico, compacto y de fácil manejo, que ha sido diseñado para cumplir con los requisitos de movilidad de este tipo de empleos. Se trata de un modelo conectado y equipado con múltiples sensores que se utilizarán para recoger y analizar datos sobre su uso, las rutas realizadas, el kilometraje, el rango de movimiento, la velocidad y el número de paradas.
Gracias al 'feedback' del personal de reparto, sus experiencias diarias y las dificultades que hayan encontrado, así como las reacciones de su entorno, podrá comprenderse mejor la realidad diaria del sector del reparto urbano.
Todos los datos serán utilizados para adaptar este vehículo comercial ligero experimental a los retos que plantea el futuro de las entregas urbanas. De hecho, su diseño modular puede evolucionar y servirá para señalar los futuros cambios en el ecosistema.
Este enfoque rompe con las prácticas habituales en el sector, para poder anticiparse a las necesidades del cliente y del personal en el sector del reparto.